Mamen se iba de boda y había escogido un vestido «muy ajustadito». Con las prisas se olvidó de ponerse ropa interior y no se dio cuenta hasta la ceremonia. Su madre, su tía, los casados… Todo el mundo se dio cuenta aunque no le importa; ella celebra haber ido «tan fresquita».
De bodas también va la historia de José. Siendo de Madrid y con la ceremonia en Almería, se dejó la maleta que llevaba el vestido de su pareja. «Me levanté a las cuatro para ir a Madrid y volver por la tarde para llegar a la boda».
Otro tema que también se ha repetido entre los atrevidos ha sido el de los niños. Patricia se justifica diciendo que estaba acostumbrado a tener solo un peque en la casa; y Carmen vive asustada desde que se confundió de niña en el mercado: «La otra madre ni se dio cuenta».