Juani nos escribe preocupada porque su hija de dos años ha empezado a «sacar la mano a pasear» con sus berrinches y cada vez que algo le molesta o disgusta.
Aunque sienta que es algo serio, debemos tranquilizarla porque es una reacción habitual en niños de esa edad que son incapaces de «expresar lo que quieren«. La mejor manera de responder a los golpes es «no atenderlos» y dejar toda actividad que hagas con ella mientras tenga esa conducta.
Volvemos a tratar el tema de los miedos con la consulta de Ángeles. Desde que su hijo desarrollara una fobia a las ratas, hasta que se le ha caído el primer diente ni se ha parado a pensar: «¿Cómo gestiono el tema del Ratoncito Pérez?».