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¿Cruzas las gomas de la mascarilla al ponértela? Estás cometiendo un grave error

Noelia Bertol

De la manera en la que nos ajustamos la mascarilla dependerá la efectividad de la misma. Los expertos llevan tiempo avisándolo, colocárnoslas mal y no ajustarlas bien al rostro las invalida. El investigador español José Luis Jiménez alertaba estos días a través de un vídeo del peligro de ponerse la mascarilla mal, pues deja espacios de entrada y salida del aire que son suficientes para contagiarse.

En esta tarea de hacer buen uso de la mascarilla, un elemento que lleva con nosotros casi un año, el director de los servicios técnicos del Consejo General de farmacéuticos hacía hincapié en el error de cruzar las gomas para lo que creemos que es lograr un mejor ajuste. Esto no es una solución si sientes que la mascarilla te queda grande. De hecho, estás cometiendo un grave error y poniendo con ello tu salud en peligro.


«Cruzar las gomas no es recomendable. Si lo haces queda un hueco que no saldría si la pones de la forma en la que debe colocarse«, confiesa el experto en declaraciones que recoge el diario Nius. Esto supone un problema, pues un hueco en la mascarilla significa un mal ajuste de la misma, y esto al mismo tiempo significa vía libre de acceso y entrada para todo tipo de partículas que se encuentran en el ambiente.

Un 2% de apertura en la mascarilla puede dejar pasar sin filtrar el 50% de tu respiración. Lo mismo ocurre al revés. El 50% del aire que respiras no está siendo filtrado como corresponde. «Aunque el hueco parezca pequeño, el aire que sale o que entra no es proporcional a la cantidad de aire que entra o que sale. Si la mascarilla es eficaz al 96% y hay un hueco, es salida libre«, añade este.

Errores que cometes al usar mascarilla

 

Vamos por la calle e incluso lanzamos miradas inquisidoras a aquellos que llevan la mascarilla por debajo de la nariz o que se la quitan para hablar por teléfono. Un año conviviendo con ellas y todavía hay personas a las que no les ha quedado claro el asunto. Pero antes de ponernos a ejercer de jueces de la moral, quizá debemos analizarnos a nosotros mismos. ¿Lo estamos haciendo todo bien? Estos son algunos errores que cometemos sin darnos cuenta al llevar mascarilla.

colgar mascarilla

– Barbas fuera: Las barbas, sobre todo las más contundentes, limitan la efectividad de la mascarilla. Estas no permiten que se ajuste bien a nuestro rostro, dejando esos huecos por los que puede pasar el aire y que ponen en peligro nuestra salud.

– Cruzar las gomas o hacerle nudos: Tanto cruzar las gomas como cortarlas para hacerles nudos es caer en el mismo error. Las mascarillas han sido diseñadas para proteger de patógenos a través del filtrado del aire, y cualquier modificación que hagamos del material afecta a la efectividad del mismo. Si te queda grande, hazte con una mascarilla de menor tamaño, ¡las hay disponibles!

– Llevarla en el codo: Otra práctica habitual que no nos cansamos de ver. Cuando uno se sienta en una terraza y se quita la mascarilla para comer o beber, lo último que debe hacer es colocársela en el codo.

– Utilizar cordeles para llevarlas al cuello: Otro error, los famosos cordeles para llevarlas colgando del cuello. Boticaria García manifestaba su enfado ante esta moda. «Esto es muy serio, ¿alguno de vosotros se colgaría del cuello un pañuelo lleno de mocos?», confesaba en Zapeando

– Las gafas, una prueba de eficacia: una manera de comprobar si tienes la mascarilla bien colocada es respirando con las gafas puestas. ¿Estas se empañan? Eso es porque hay aperturas que dejan pasar el aire y, por lo tanto, la tienes mal ajustada.