Rocío Flores

La dureza de Rocío Flores con su madre Rocío Carrasco, visible en unos mensajes del pasado

Noelia Bertol

La serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva, continúa dando que hablar. Este proyecto está sirviendo a los espectadores para conocer la versión de Rocío Carrasco en su historia con su expareja y padre de sus dos hijos, Antonio David Flores. También para tratar de entender qué supuso el fin en su relación con su hija Rocío Flores, a la que lleva más de 8 años sin ver.

Justo esta relación madre e hija es sobre la que, llegados a este punto, se ha centrado todo el interés. Rocío Flores sorprendía el viernes en directo al dirigirse directamente a cámara reclamando a su madre que hablaran en privado para aclarar las cosas. Esta confesaba que había tratado de contactar con ella sin ningún éxito.

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Tal y como confirmó Carlota Corredera, presentadora de la docuserie, los siguientes episodios de esta se centran en la relación entre ambas y qué fue lo que pasó entre ellas. Hace un año Rocío Flores lloraba desconsolada en Supervivientes porque quería tener contacto con su madre, algo ante lo que muchos espectadores no entendían cómo Rocío Carrasco podía mostrarse impasible (al menos públicamente).

Pero el comportamiento de Rocío Flores con su madre en el pasado tampoco es que fuera ejemplar. Una jueza condenó a la joven por «maltrato, amenazas e injurias» habituales a su madre. Con la polémica de nuevo en actualidad, unos duros mensajes de la joven sobre su madre en el pasado vuelven a ponerse sobre la mesa. 

Los duros mensajes de Rocío Flores

 

Socialité los analizaba este fin de semana después de que en redes algunos usuarios los destacaran. «Mi madre se llama Olga y está embarazada de 8 meses«, respondía Rocío Flores en el año 2012 cuando era preguntada por su madre en una página de Internet.

Cuando alguien le preguntó si se cambiaría de familia, esto fue lo que respondió: «Me cambiaría de uno de los dos. De familia completa no. La persona que más odio es una bastante cercana. Que no suelo odiar a nadie… pero a una en concreto, sí«.

A otros les interesaba saber si Rocío Flores echaba de menos a su madre después de que dejara de vivir con ella y se fuera con su padre. «No. Si la quisiera ver, la vería. No la echo nada de menos. Soy feliz como estoy ahora«, expresaba esta.

Rocío Flores también hablaba en esos mensajes sobre la distancia que mantenía con su madre. Muchos le preguntaban por si la echaba de menos, si no tenía ganas de verla. A lo que ella no dudaba en contestar: “No. Si la quisiera ver, la vería. No la echo nada de menos. Soy feliz como estoy ahora”.

Tras estos mensajes hay una adolescente de unos 16 años. Rocío Flores actualmente tiene 25 y asegura querer aclarar las cosas con su madre. Eso sí, el testimonio de esta no le ha servido para cambiar la concepción que tiene de su padre, al que sigue defendiendo a capa y espada.