madre y bebé

Aprende a dar a tu bebé un masaje relajante

Entre sus beneficios está que les tranquiliza y facilita el sueño

Ana Más

Parece claro que son muchos los beneficios de los masajes a bebés, así lo confirma Iñaki Pastor, doctor en Fisioterapia y autor de varios libros, que tal y cómo recoge la revista Hola, afirma que  “los masajes suponen un contacto, que es uno de los estímulos más fundamentales en la maduración del sistema nervioso del ser humano, uniendo nuestra realidad biológica y nuestra identidad social”.

Puedes darle un masaje a tu bebé todos los días, hazlo en forma de suaves presiones, caricias, besos y pedorretas. descubierta. Puedes hacerlo antes de dormir, con poca luz y música relajante pero si lo que pretendes es estimular su desarrollo físico, motor y sensorial puedes hacerlo en cualquier momento del día  y de manera más intensa.

Y es que son muchos los beneficios del masaje en los bebés, por ejemplo ayudan a que liberen oxitocina, esto hace que se tranquilicen y se preparen para dormir, ayuda a su desarrollo cerebral, aumenta el vínculo entre los padres y el niño y hace que podamos detectar de manera precoz posibles erupciones en la piel.

Aprende a dar a tu bebé un masaje relajante


Según el experto,  “no existe, como tal, un masaje ideal” que sin embargo si da una recomendación general,  “es no hacer los masajes totalmente basados en caricias superficiales, sino apretar suavemente cada parte del cuerpo, con presión, como un abrazo amoroso”.

Además debemos hacerlo de manera que estimule las respuestas del bebé, “un bebé no tiene por qué estarse quieto mientras se le hace un masaje, sino que hay partes de su cuerpo que, al ser tocadas, pueden desencadenar ciertos movimientos o reacciones. Y está muy bien que así sea”, explica al mismo medio.

Es importante observar cómo recibe el bebé el masaje, viendo que es lo que le gusta o lo que le irrita e independientemente de la técnica que uses lo mejor es terminar el masaje dejando al bebé sobre tu pecho descubierto unos 30 o 40 minutos dejando que entre ambos sólo haya piel, aunque podemos taparnos con una mantita..

Por último Pastor afirma que, “un masaje de 20 minutos se queda muy pobre si durante el resto del día, no hay tiempo de estar piel con piel con nuestro bebé, simplemente abrazados, si la lactancia no se hace con la madre y la mayor superficie de piel en contacto o si no se le besa por todo el cuerpo, despertando sus reacciones y risas”.

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