Hace unos días hablábamos de la importancia de que nuestro metabolismo funcione bien si queremos adelgazar, y es que si funciona bien podrá utilizar las calorías que consumimos como fuente de energía y evitar que se almacenen en nuestro organismo en forma de grasa saturada.
El término metabolismo hace referencia a las reacciones químicas que consiguen aprovechar la energía procedente de los alimentos para conseguir así que nuestro organismo funcione correctamente. Hay una cantidad de energía mínima que nuestro organismo necesita diariamente y que es conocida como «metabolismo basal» y es diferente dependiendo de la persona, es decir, no es igual en un niño pequeño que en un hombre.
La edad, los genes, el sexo, la actividad física y la dieta son algunos de los factores que influyen en que nuestro metabolismo sea rápido o lento. Pero ¿sabías que un buen desayuno puede acelerarlo? Te lo contamos.
Acelera tu metabolismo desayunando mucho y bien
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Según un reciente estudio publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism las personas que hacen un gran desayuno queman el doble de calorías en comparación con las que hacen una cena más abundante, además de tener menos antojos, especialmente de dulces, y tener niveles más saludables de azúcar en sangre e insulina a lo largo del día.
Y es que tal y como explica Mujer de Hoy: «Los investigadores descubrieron que, en promedio, la termogénesis inducida por la dieta de los participantes en el estudio era 2,5 veces más alto después del desayuno que después de la cena, lo que esencialmente muestra que el metabolismo de las personas es más activo después de la comida de la mañana.«
Además, según los autores del estudio, es más probable que con un desayuno bajo en calorías estemos favoreciendo el consumo de picoteo durante el día y que comamos más cantidad en la comida y en la cena.
Se trata de conclusiones especialmente interesantes en el caso de querer bajar de peso o de tener niveles de glucosa en sangre más altos de lo normal. Y es que según los resultados del estudio, «una gran cena tiene efectos particularmente negativos sobre la tolerancia a la glucosa, lo que debe ser considerado por los pacientes diabéticos que buscan evitar los picos de glucosa en sangre….Por lo tanto, se debe preferir un desayuno abundante a las cenas abundantes para reducir el riesgo de enfermedades metabólicas«.
Un desayuno equilibrado debe incluir frutas, huevos, avena y yogur, y evitar los procesados como cereales azucarados que pueden hacer que aumenten los niveles de azúcar en sangre.
