Pablo Alborán en su segunda crisis existencial: «Venir aquí me ha obligado a parar»

No es la primera y lo ha confesado en su visita a 'Planeta Calleja'

Ana Pérez

El programa de Jesús Calleja ha arrancado con la visita de Pablo Alborán. El destino elegido fue Uganda, en el que el viaje giró en torno a la naturaleza, la música y alegría, pero también momentos de derramar alguna lágrima y alguna que otra confesión.

El artista malagueño sacó su lado más íntimo al tratar etapas de su vida en las que ha atravesado varias crisis creativas. Al parecer, en el momento de la grabación estaba en una de ellas, pero esta experiencia le estaba sirviendo para reconectar consigo mismo y con la música.

Fue un momento muy emotivo cuando reconoció el estado en el que se encontraba: «estaba en una especie de segunda crisis, pero esta vez no puedo parar y venir aquí me ha obligado… Me está viniendo que te mueres. Lo necesitaba. Necesitaba encarecidamente un contacto real. Venir aquí me ha obligado a parar y ha sido un regalo del cielo».


 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Pablo Alborán (@pabloalboran)

También puedes leer:

Pablo Alborán, un astronauta en Castillos de arena

El reencuentro de Pablo Alborán y Pablo López dos años después

Pablo Alborán ‘al desnudo’: así suena su voz sin música

¡10 canciones para motivarte a hacer deporte!

La inspiración musical que necesitaba Pablo Alborán

Durante la emisión, compartió una gratificante experiencia con Ndote Cultural Troupe, un grupo de tradición musical de Uganda que fabrica sus propios instrumentos. Junto a ellos, cantó una de sus canciones y no pudo evitar conmoverse.

Se dirigía a ellos diciendo «esto es muy emocionante. Era necesario para mí y para lo que estamos viviendo hoy en día. Yo vengo de un mundo y ellos de otro totalmente diferente, pero la música la sentimos igual. A veces se te olvida la verdadera razón por la que realmente estás haciendo música debido al ritmo en el que uno se mete».

Se sinceraba con ellos diciendo «me habéis ayudado mucho a reconectar conmigo y con mi música, con algo bueno y real a la vez porque la música es esto».

Finalmente, Alborán reconoció «me siento el hombre más afortunado del mundo estando aquí»