canciones

¿Por qué nos seguimos sabiendo canciones que no escuchamos desde hace años?

Un factor importante son las emociones que nos generan

Ana Pérez

De repente, suenan canciones que llevas tiempo sin escuchar y descubres que te sabes a la perfección su melodía y hasta su letra. Es una sensación un tanto extraña, pero tiene explicación.

El hecho de escuchar música activa regiones del cerebro que otras actividades no lo consiguen. En un principio se pensaba que el hemisferio izquierdo se activaba con actividad intelectual y el derecho con la artística. Sin embargo, esta creencia queda desmontada con el estudio que confirma que todo el cerebro queda involucrado en el procesamiento de música en nuestra cabeza.

El cerebro descompone las canciones: analiza las letras gracias al lenguaje mientras que otros sistemas registran los ritmos y otros el tono y el timbre de la canción.


¿Por qué las canciones perduran en el tiempo?

Hay áreas del cerebro donde se ‘almacenan’ las letras de muchos temas: el giro temporal superior anterior, lo que las permite permanecer en el tiempo.

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Sin embargo, hay más motivos que lo autorizan. Normalmente, las canciones que se recuerdan a pesar de llevarse mucho tiempo sin escuchar, se debe a que se han escuchado en numerosas ocasiones. De esta forma, la mente se aprende la canción. Este hecho recuerda a la forma en la que se incorporan conocimientos como montar en bicicleta, conducir nadarpues quedan innatos en la memoria.

La emoción multiplica la posibilidad

Otro factor crucial por el que las letras se guardan en la mente son los sentimientos que nos generan las canciones. En numerosas ocasiones, asociamos recuerdos a muchas melodías y las letras.

Cuando una persona escucha música y le resulta alegre, su cerebro libera dopamina, la hormona asociada al placer. Además, ese propio placer también se vincula de manera directa a episodios emotivos de la vida.

Tal es la asociación entre los temas y los recuerdos personales que podría ser otro de los motivos por los que no cuesta recuperar las letras a nuestra mente.

Por lo tanto, las que están asociadas a recuerdos positivos no necesitan muchas repeticiones para que residan en la memoria.