Raquel del Rosario confiesa los problemas de salud mental de su hijo tras ser atacado por un puma

La cantante explica en sus redes sociales las consecuencias psicológicas por las que pasa el pequeño.

Guss González

Raquel del Rosario se sinceraba con sus seguidores el pasado mes de agosto publicando una terrorífica experiencia: el ataque que su hijo Mael, de tan solo cinco años, había sufrido a manos de un puma salvaje.

El pequeño, que estaba jugando en el jardín de su casa en California, recibía el ataque del animal. Cómo ya te contamos en esta líneas, Raquel reaccionaba en «milésimas de segundos», salvando la vida de su pequeño que fue trasladado inmediatamente para recibir atención médica.

«Mi corazón se rompió por completo cuando le vi salir de la cirugía. Toda la fuerza que aquella mañana me había invadido se esfumó dejándome completamente indefensa ante un dolor que desconocía por completo. Me invadió el miedo», rememoraba del Rosario.


Meses más tarde, las secuelas físicas del pequeño son más que evidentes. Marcas en el rostro y cicatrices en la espalda de Mael, son el terrible recuerdo que le acompañarán toda la vida.

 

Raquel del Rosario se enfrenta a las secuelas psicológicas

 

El coraje de una madre que pudo salvar a su hijo. Pero el pequeño de la vocalista de El sueño de Morfeo se enfrenta ahora a otro tipo de heridas: el shock psicológico vivido, fruto de la impactante experiencia.

A través de los stories de del Rosario, hemos podido saber cómo se encuentra Mael. Raquel respondía así a una seguidora que consultaba por la salud del pequeño.

«Físicamente está bien y psicológicamente le está costando un poco… Desde hace algunas semanas no quiere ni ir al baño solo y está con muchos miedos a flor de piel. Tiempo, paciencia y amor».

Imágenes de Instagram / @raqueldelrosario

El comportamiento del pequeño, y esos nuevos miedos desatados, son habituales en este de experiencias. Cicatrices no visibles que también requieren de cuidados, cariño y tiempo.

La familia ha decidido adoptar una gatita llamada Lyra, que se ha convertido en la mejor compañera del pequeño. «Lo hice por Mael. Ahora estoy enamorada y súper conectada a este ser mágico. Los niños están celosos. Y milagrosamente se me ha pasado la alergia», apuntaba del Rosario.

Esta nueva oportunidad ha hecho que el pequeño mantengan su enorme amor por los animales, algo que sin duda le ayudará a dejar atrás esta desagradable experiencia con final feliz.