Los grandes empresarios se enfrentan a diario a un montón de tareas que resolver, además de reuniones y demás exigencias de sus grandes empresas. Por eso suelen utilizar técnicas de productividad que les ayuden a hacer su trabajo mejor y aprovechar así el día al máximo. Hoy te hablamos de una de ellas: la Regla de los cinco minutos.
Empresarios como Elon Musk o Bill Gates, han revelado en muchas entrevistas algunas de estas estrategias. Para Gates el ejercicio físico es esencial y cuando necesita despejarse hace tareas del hogar, por otro lado Elon Musk evita tomar alcohol o comer mucho tres horas antes de irse a dormir y bloquea mensajes y llamadas mientras trabaja.
Pero además en algo que coinciden los dos es en usar la regla de los cinco minutos, que consiste tal y cómo explica La información en, «reservar pequeños periodos de tiempo para las distintas tareas pendientes, de modo que no haya tiempo para distraerse.»
Se trata de un método muy eficaz cuando debes cumplir con distintas obligaciones en un periodo muy corto y consiste en decicarle sólo cinco minutos a cada tarea. Por ejemplo contestar todos los mensajes e emails que puedas en cinco minutos y empezar a hacer otra cosa o incluso tener una reunión de trabajo, algo que Elon Musk suele hacer es tratar que las reuniones duren menos de ese tiempo.
Aunque te parezca sencillo no lo es tanto ya que es importante que sean tareas que puedas resolver en tan poco tiempo, un tiempo que por otra parte Gates amplía un poco hasta los diez minutos.
El secreto está en combinarlo con otros métodos de este tipo cómo el Pomodoro, que consiste en dividir nuestra jornada laboral en sesiones de 25 minutos con cinco de descanso y tras cuatro bloques de tiempo de trabajo consecutivos, se toma un descanso más largo, alrededor de 20 o 30 minutos. Cada bloque de trabajo de 25 minutos se llama “pomodoro” y el sistema cuenta incluso con su propia aplicación para ayudarte en ello.
Su inventor, Francesco Cirillo obsevó durante su primer año de universidad que se distraía y no usaba eficientemente su tiempo de estudio. Cogió un temporizador de cocina con forma de tomate, lo ajustó durante 10 minutos e intentó trabajar durante ese tiempo sin hacer nada más, de ahí el nombre de Pomodoro, cómo el tomate.
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