Alba Díaz y Vicky Martin Berrocal

Alba Díaz, hija de El Cordobés, entre lágrimas por la reconciliación de este con su padre

Vicky Martín Berrocal ha mostrado en sus redes la felicidad de la joven por este acontecimiento

Noelia Bertol

54 años han tenido que pasar para que Manuel Díaz, más conocido como El Cordobés’, se haya reconciliado con su padre. El momento más esperado por su entorno se ha hecho de rogar pero ha terminado llegando durante la celebración del 20º aniversario de que el torero fuera nombrado V Califa del Toreo de Córdoba.

En este evento padre e hijo protagonizaron un cálido abrazo del que se ha hecho hecho el mundo del corazón. Y es que este acontecimiento ha sido muy especial para el diestro, pero también para su entorno, que de primera mano conoce el importante significado de ese abrazo.

«¡La foto de mi VIDA!«, escribía El Cordobés en sus redes sociales junto a una imagen en la que aparece posando muy sonriente con su progenitor. Una publicación que se ha llenado de buenos deseos por parte de sus amigos y conocidos, así como de Vicky Martín Berrocal, con la que mantuvo una relación en el pasado y junto a la que tiene una hija en común: Alba Díaz.


«¡Y la de todos los que te queremos!«, escribía la diseñadora en respuesta a la imagen que había compartido Manuel Díaz. Esta, que recientemente viajaba con su hija a Italia, mostraba a través de sus historias de Instagram lo feliz que había hecho este encuentro a Alba. 

Vicky Martín Berrocal

«Su cara lo dice todo. Seguramente es el mejor San Valentín de su vida. Un día para el recuerdo«, escribía Martín Berrocal junto a una imagen en la que se aprecian las lágrimas de emoción de su hija. En otra de las historias compartía la imagen de los ‘Manueles’ y escribía lo siguiente: «Feliz se queda corto. Está claro que a la gente buena le pasan cosas buenas… Te lo mereces todo».

La esperada reconciliación entre El Cordobés y su padre

El torero más joven ya había manifestado públicamente su deseo de acercar posturas con su progenitor tras más de cinco décadas de desencuentros. Esto por fin se ha hecho realidad y el más veterano expresaba su felicidad al respecto: «No tengo palabras, estoy muy contento con todo, todo viene en su momento, gracias a Dios, estamos aquí y vamos a navegar en el mismo barco«.

Además, añadía de él y su familia lo siguiente: «Es un hombre muy cariñoso, bastante luchador y un torero de casta, su señora también es muy buena y los niños«.