Llegados a este punto de GH VIP 8, donde el frío también ha llegado a Guadalix de la Sierra, los concursantes han recibido una caja con ropa de invierno para sobrevivir a la bajada de temperaturas y a las últimas semanas de convivencia. Algunas de las prendas que han recibido nos han revelado secretos de los participantes que hasta ahora no se conocían y otros, como Carmen Alcayde, lo han dicho todo con su reacción al ver lo que escondía la caja.
La colaboradora ha roto a llorar al ver que faltaba un vestido en el interior de la caja. Sin embargo, el motivo de esas lágrimas no era que no estuviera la prenda en sí, era el mensaje oculto que escondía y que ha contado Lara Álvarez.
La situación amorosa de Carmen Alcayde
La presentadora ha contado que el vestido «era un mensaje cifrado de una persona que conoció hace un mes, antes de entrar en el concurso y que ha ocupado un lugar en el corazón de Carmen Alcayde», empezaba explicando.
Al momento, ha dado el motivo de las lágrimas sin consuelo de Alcayde: «Si recibía el vestido era que todo estaba bien fuera, y si no lo recibía era que no», apuntaba, explicándole a la audiencia el por qué se había roto y se había sentido tan decepcionada. De este modo, todo apunta a que la colaboradora no esperaba esa respuesta.
La indirecta forma de hablar de su situación sentimental
Al finalizar el programa, a Carmen Alcayde no le han quedado ganas de continuar con la fiesta y ha preferido meterse en la cama y hablar con Albert Infante sobre lo mal que le había sentado no recibir el vestido y ha hablado de su situación sentimental de una manera indirecta.
«Me gustaba ese vestido, lo había estrenado y solo tenía un mes. Yo quería ese vestido. Si yo te contara ese vestido lo bonito que es. Quedaban pocas unidades…», decía en referencia a su pareja. Sin embargo, lo que no esperaba Alcayde es que la noche fuera a dar un revés.
Horas después de este mal trago, alguien ha gritado desde el exterior unas palabras que su compañera Naomi Asensi le ha trasladado: «Carmen, tu vestido está aquí». Unas palabras que han cambiado el estado de ánimo de la presentadora que, de repente, se le ha iluminado la cara.
