Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina

El divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se aplaza debido a las demandas económicas

La pareja no llega a un acuerdo y tendrá que esperar hasta después de verano

Andrea Romero

La firma del divorcio entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin tendrá que esperar, pues, desde el entorno de la infanta Cristina, se ha puesto en pausa el proceso de separación entre la pareja.

Fuentes cercanas a la familia real han revelado que las exigencias económicas del ex duque de Palma son demasiado elevadas, lo que ha llevado a un estancamiento en las negociaciones hasta después del verano. Cuando pase la temporada estival, se prevé que se realicen nuevos movimientos.

Aunque todo indicaba que los últimos pasos para formalizar el divorcio se darían de manera inminente, la expareja deberá esperar para cerrar este capítulo. La hija del rey emérito Juan Carlos I y el exdeportista anunciaron el pasado 24 de enero de 2022 su decisión de tomar caminos separados, pero desde entonces ha habido poca información al respecto. La firma estaba programada para el pasado 5 de junio, pero finalmente no se llevó a cabo.


El comunicado de divorcio de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina

Cristina de Borbón y Urdangarin emitieron un comunicado poco después de que se publicaran unas imágenes del exduque con Ainhoa Armentia, cuya identidad como pareja se desconocía en ese momento. Fue entonces cuando la expareja inició los trámites de divorcio. Según Monarquía Confidencial, tras ponerse en contacto con fuentes cercanas a la monarquía, la expareja planea «hacer un paréntesis durante las vacaciones y no seguir con las negociaciones hasta septiembre». «La infanta Cristina se tomará un respiro este verano y ‘aparcará’ momentáneamente su situación matrimonial», indican.

Esta situación está generando preocupación en la infanta Cristina por dos motivos: en primer lugar, la complicada relación entre su hija Irene, quien recientemente alcanzó la mayoría de edad, y su padre, ya que aún no han logrado llegar a un entendimiento; en segundo lugar, las altas demandas económicas del ex duque de Palma, que la infanta Cristina no acepta por el momento.

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