Así te afecta la ciudad en la que vives dependiendo de si eres hombre o mujer

Nosotras nos estresamos más en calles peatonales estrechas y ellos en los parques

Ana Más

Salir a la calle tiene connotaciones diferentes para cada persona, para algunos puede ser sinónimo de relajación o desconexión y para otros  puede suponer un momento de estrés. Dos emociones completamente diferentes y sin embargo una misma situación. Parece que ser que hombres y mujeres percibimos la ciudad de manera distinta.

Hace años este tipo de datos se analizaban mediante encuestas, pero estas no eran demasiado fiables ya que los encuestados a menudo mentían consciente o inconscientemente o no las rellenaban bien. Sin embargo ahora se realizan con otros métodos como los medidores de frecuencia cardiaca, que permiten identificar los cambios ante los distintos espacios.

Tal y como explican desde niusdiario.com, «con instrumental como bandas cardíacas deportivas, capaces de medir los intervalos entre latidos. Si esta información se localiza en un punto concreto –por ejemplo, con el GPS del móvil– podemos saber en qué lugares se han producido alteraciones en los latidos y buscar posibles causas».


La ciudad despierta sensaciones diferentes en hombres y mujeres

Tomar el sol en la ciudad

Los cambios de frecuencia cardíaca dan información sobre cómo diferentes grupos de personas viven la ciudad y demuestran que la percepción del espacio es diferente según el género.

Desde la web de Telecinco se refieren a una de estas pruebas que se desarrolló por el centro histórico de Lleida y cuyos resultados mostraban que «las mujeres experimentan un grado de estrés un 17,34 % mayor que los hombres durante todo el recorrido. Además, un 20,51 % de participantes femeninas calificaron alguno de los espacios visitados como “desagradable”, respecto un 8,6 % de los varones. «

Además la tendencia de las mujeres es presentar mayores niveles de estrés en calles peatonales estrechas, sobretodo si hay más gente o vehículos aparcados que entorpecen la visibilidad. Sin embargo los hombres se estresan más en parques, jardines (que curiosamente generan bienestar en las mujeres) y calles comerciales con mucha gente.

Este tipo de pruebas ayudan a conocer el origen de estas emociones para así poder diseñar espacios públicos que fomenten el bienestar y la salud mental de los ciudadanos, en definitiva espacios amables para la población y es que, «pequeños microespacios que vemos a diario, como pasos de cebra, aceras estrechas o coches aparcados, pueden tener relación directa con que nos sintamos bien o mal en los lugares públicos», de ahi la importancia de diseñarlos bien.

 

MÁS SOBRE: