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La guía definitiva para aplicarte el corrector de ojeras.

Los 7 pasos imprescindibles para aplicar el corrector de ojeras de forma correcta

Es uno de los básicos del buen maquillaje, pero pocas lo hacen bien

Carolina Martínez

Todo buen maquillaje necesita su corrector de ojeras. Aunque seas de esas personas afortunadas que no saben de qué va eso de las bolsas y las ojeras, tener en el neceser un corrector para combatir los signos del cansancio en los ojos o las manchas puntuales que puedan aparecer es un verdadero ‘must’. Pues nunca se sabe cuándo se puede pasar una mala noche y amanecer al estilo panda, ni en qué momento un granito te dará la sorpresa y se posará sobre tu piel.

Eso sí, seas de esas que son adictas al corrector de ojeras y lo utilizan en su día a día incluso sin nada más de maquillaje o de las que solo lo usa en casos muy puntuales, debes saber que aplicarlo bien es todo un arte que todo el mundo debe conocer para no acabar luciendo un rostro enmascarado o que de el aspecto de apelmazado.

Toma nota porque esta es la única forma correcta de aplicar el corrector en una rutina de maquillaje, tal y como señalan los expertos de casas tan icónicas como Maybeline y L’Oreal.


1. Escoge bien el color del corrector de ojeras

No vale cualquier corrector para cualquier topo de mancha ni tampoco para cualquier tono de piel. Esto es lo primero que debes saber cuando vas a comprar este producto y, sin embargo, es una cosa que muchas mujeres pasan por alto cuándo van a un establecimiento especializado en busca de algo que las ayude a ocultar sus bolsas y ojeras.

Para encontrar el color y el formato ideal de corrector se deben tener en cuenta dos variables: el tono de la piel y el tipo de esta. En cuanto al color, el tipo de elección es sencilla: escoge un tono igual al de la piel de tu rostro o en su defecto, uno un poco más claro, pero no mucho. Jamás optes por uno más oscuro, ya que esto resultará contraproducente. Es mejor no usar corrector que llevar uno que te haga parecer un panda. Igualmente, no debes pasarte de claro, ya que puede parecer que te has ido a esquiar y tienes la marca del sol o que te has puesto un antifaz blanco.

En cuanto al tipo de piel, debes saber que si tienes muchas manchas, granitos muy marcados o unas ojeras muy pronunciadas, lo mejor es que optes por un corrector de textura más grasosa y densa.

Si tus manchas son más tenues y apenas tienes granitos o estos son muy pequeñitos, debes optar por un corrector con una textura mucho más ligera. Igualmente debes decantarte por este tipo de producto si tienes arrugas, ya que un corrector de ojeras más denso puede apelmazarse y acabar marcándote más las imperfecciones.

2. Lávate la cara

Lo primero en una rutina de belleza facial es una buena limpieza en dos pasos (primero con un producto más graso y después con un jabón acuoso). Esto preparará tu piel, mejorará su calidad y hará que el producto de lo mejor de sí.

Lavarse la cara antes de aplicar el corrector de ojeras.

3. Hidrata la zona del ojo

Con un producto específico —recuerda que la piel de esta zona es mucho más fina y sensible que la del resto del rostro— hidrata bien la ojera y el párpado. Puedes utilizar un sérum o un contorno de ojos hidratante. Lo único que importa es que el producto sea específico para tu tipo de piel.

4. Aplica primero la base de maquillaje

Al contrario de lo que hace mucha gente, el corrector de ojeras debe aplicarse después de la base de maquillaje. Eso sí, aunque esta llegue en un paso previo, cuando estés repartiéndola por el rostro debes evitar las zonas en las que después aplicarás el corrector para así no crear una doble capa que acabe dando la sensación de pegote sobre la piel.

5. Aplica poca cantidad de corrector debajo de las ojeras

El siguiente paso es ya ponerse en marcha con el corrector. Aplica poca cantidad de producto debajo de las ojeras y en el lagrimal y difumínalo con mimo de manera que se quede totalmente integrado en el rostro y con el resto de la base de maquillaje. El difuminado puedes hacerlo tanto con los dedos como utilizando una brocha específica para corrector o una esponja. Si usas la esponja, recuerda que esta debe estar húmeda.

Una joven se está maquillando las ojeras.
Getty

6.  Aplica corrector de ojeras en granitos y manchas

Una vez esté cubierta la zona de las ojeras, es el momento de pasar a los granitos y las manchas. De igual manera que con las bolsas, debes difuminarlo con cuidado y procurar que se integre con el resto de la piel. En este punto debes tener en cuenta que, si tienes más de un corrector, es el momento de sacarlos a todos a jugar, ya que dependiendo del color de cada uno, tendrás mejor o peor cobertura sobre cada imperfección. Eso sí, si decides utilizar un corrector de un tono distinto al de tu piel, ten en cuenta las cantidades. Si te pasas, se verá una mancha morada, verde o amarilla que te podrá destrozar el maquillaje.

  • El corrector amarillo es ideal para manchas azules o púrpura.
  • El corrector púrpura o azul te ayuda a cubrir las manchas de tono amarillo.
  • El corrector verde es ideal para tapar los granitos, las venas, las cicatrices que están rojas y el eczema.
  • El corrector naranja ayuda con las manchas marrones y con las zonas en las que la piel está totalmente apagada y con las ojeras muy muy marcadas.

7. Espera

Este último paso es igual de importante que todos los demás. Cuando acabes de aplicar el corrector de ojeras y de manchas, deja que este se absorba antes de seguir con el resto de tu maquillaje. Es importante que este esté bien asentado para que el resultado final sea el óptimo y además, te dure todo el día.

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