¡Ojo con las redes sociales! 4 consejos para que no arruinen tu relación

No confundas internet con la realidad

María Aragonés

Las redes sociales han abierto un mundo de posibilidades para las relaciones de pareja, pero no todo son ventajas. Muchas relaciones terminan por infidelidades o malentendidos que surgen a través de internet. Hoy, en ¿Qué falló en lo vuestro?, os explicamos todo lo que debéis saber para que no afecten negativamente a vuestra relación.

1) No compartas tus contraseñas

Las redes sociales son personales y privadas, e independientemente de que tu relación se base en la confianza y la comunicación, tu pareja no tiene que saber tus contraseñas. De hecho, el único motivo por el que podría pedirte tus claves sería, precisamente, la falta de confianza y el deseo de controlarte.


2) Respeta el espacio de tu pareja

Cualquier relación tiene que apostar por la libertad y la independencia de cada uno. En internet, ocurre exactamente lo mismo. Tienes que confiar en tu pareja y comprender que su mundo no gira únicamente en torno a ti o a vuestra relación. Utiliza la madurez emocional y la inteligencia para restar importancia a los mensajes que reciba tu pareja a través de internet.

3) No ocultes tu relación

Si tu pareja descubre que ocultas vuestra relación en tu perfil, probablemente se tema lo peor. Si solo buscas amistad en las redes sociales y apuestas por tu relación, no tendrías por qué esconderla. Debes comportarte en internet tal y como lo harías fuera de la pantalla.

4) No confundas internet con la realidad

Las redes sociales provocan muchos malentendidos y cualquier detalle se magnifica en nuestra cabeza. Podemos imaginarnos lo peor a partir de un “me gusta”, un comentario o una solicitud de amistad. No debemos olvidar que internet no muestra la vida real y que, si nos tomamos en serio todo lo que vemos, sacaremos conclusiones equivocadas.

Las redes sociales en la pareja son simplemente un complemento y no deberíamos darles mayor importancia. Hay que encontrar el equilibrio entre nuestra vida real y lo que consumimos y compartimos en internet.

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