Rodrigo Rato en Y ahora Sonsoles

Sonsoles Ónega acusada de ‘blanquear’ a un delincuente en su programa ‘Y ahora Sonsoles’

Las redes sociales cancelan a la presentadora que recibía este miércoles a Rodrigo Rato y su mujer

Nuria Miguelez

Este miércoles el plató de Y ahora Sonsoles recibía al que fuera vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, para ser entrevistado por Sonsoles Ónega.  El programa iniciaba con la periodista madrileña recibiendo a Rato en la sala vip de Antena. «Buenas tardes, hoy en la sala vip de Antena 3 está uno de los hombres de la semana, pero no ha venido solo. Es Rodrigo Rato y ha venido con su mujer, la periodista Alicia González», anunciaba Ónega.

«Es la primera vez que Alicia González se sienta en un plató de televisión como invitada«, aseguraba la presentadora a su público. Rápidamente informaba sobre la razón que justificaba la presencia de ambos invitados: «es por el libro que firman juntos».  Sonsoles Ónega acababa la tan inesperada presentación de la pareja, revelando el título de la obra conjunta: Rodrigo Rato, hasta aquí hemos llegado.

Durante las intervenciones del polémico matrimonio, Alicia explicó cómo vivió la estancia de su marido en la cárcel de Soto del Real. «No vamos a entrar en las profundidades económicas de lo que pasó en Bankia, pero si hablaremos de todo lo que este hombre ha vivido en la celda 208 del módulo 10 de Soto del Real», adelantaba la presentadora del programa de Antena 3. Para sorpresa de los espectadores, Sonsoles desvelaba el planeado encuentro de Rodrigo Rato con un amigo que hizo en prisión. «Va a tener la oportunidad de abrazar a alguien con quién compartió muchos momentos en la celda».


Las durísimas críticas a la presentadora de ‘Y ahora Sonsoles’

Como era de esperar, la entrevista a Rodrigo Rato y Alicia González produjo un aluvión de críticas en las redes sociales. Muchos espectadores cuestionaban a la cadena y a la propia presentadora por recibir a un delincuente en su programa. Para algunos la aparición de esta pareja en la televisión pública era una manera de blanquear a un político corrupto, que «no se debe consentir».