Edurne

Edurne y David de Gea fingieron un secuestro en su boda

Las ocurrencias de la cantante que llevó a la vida real el día más importante de su vida

Lola Rabal

Edurne acudió ayer a ver a las hormigas más famosas como estrella invitada de ‘El Hormiguero’ este miércoles. La extriunfito presentó su nuevo single, ‘Nada’, pero también trataron otros temas de interés de la vida privada de la artista. La madrileña es muy celosa de su intimidad y en muy pocas ocasiones se ha sincerado sobre su relación con el futbolista David de Gea y el presentador Pablo Motos se quedó mudo ante esta anécdota.

Su visita al programa de Antena 3 le valió para hacer desaparecer los rumores de ruptura que desde hace tiempo perseguían a la pareja. Desde marzo, las habladurías llegaron al matrimonio. Hasta se llegó a decir qué estaban viviendo separados. Sin embargo, durante esta Semana Santa, su viaje como familia junto a su hija Yanay a Las Bahamas, disipó las dudas.

 

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«Hablando de tu boda, hay capítulos de ‘El juego del calamar’ más tranquilos», comenzó espetando el presentador, que enseguida pidió explicaciones a Edurne de su entrada a la boda en tirolina. «Dije, quiero que sea algo que nos represente, inolvidable. Desde que estaban cenando los secuestré«, confesó la invitada dejando en shock al presentador y las hormigas.

Edurne: «Eran como 20 secuestradores, tiraron la tarta y la destrozaron…»

«Perdona un momento, que vas más deprisa que mi cabeza», preguntó incrédulo Pablo Motos mientras Edurne entraba en detalles sobre su peculiar boda. «Eran como 20 secuestradores, tiraron la tarta y la destrozaron…», reveló la cantante, quien confesó que metió a alrededor de 80 invitados en furgonetas después de los postres.

Entonces, para calmar el asombro del presentador, la invitada de Motos procedió a explicarse. «Yo soy muy jugona, me gustan las escape room, que la gente se lo pase bien», explicó la cantante, asegurando que preparó una infinidad de juegos como el «comecocos humano» y sometió a sus invitados a una especie de gymkana tras la celebración.

Mientras lo contaba, se escapaban sonidos de asombro tanto de Pablo Motos como de las hormigas, e incluso una de ellas no dudó en ponerle una pega al plan soñado de Edurne. «Yo cuando voy a una boda normalmente me pongo hasta arriba de comer… cuando estás ya a punto de vomitar ¡¿una gymkana?! cuando la gente lo que quiere es fumarse el puro», soltó Petancas, la tercera hormiga.

«Tienes razón, no les dio tiempo ni a emborracharse, no pensé en eso», reconoció la cantante, quien además aprovechó para cerrar la celebración con una fiesta de la espuma y toda una feria con tirolina incluida. «Para mí es todo un sueño. Hay un cañón que lanza espuma. Dura poquito, pero es… Es una pasada», confesó Edurne al presentador.