Estopa

Estopa o cómo conectar con las nuevas generaciones

Estopía es su gran prueba de fuego

Lola Rabal

Todo da miedo cuando se trata de crecer. Tan convencida estoy de esto que unos de los motivos por los que justificaría el éxito de Estopa es que son dos adultos que hacen que parezca que puede ser divertido. Los hermanos Muñoz se deshacen de formalismos allá donde van. Y con una carrera tan consolidada en la que pueden elegir dónde promocionar su música, apuestan por el talento joven y desenfadado.

Este martes 12 de marzo, David y José Manuel presentaban su nuevo álbum, ‘Estopía‘. Para ellos, han contado con los streamers del momento, Nil Ojeda y Masi. Ambos han sido muy criticados por el gremio periodístico más tradicional, pero el éxito no dejan de lloverles.

 


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El disco estará disponible en todas las plataformas digitales este 15 de marzo de 2024. 12 canciones formarán parte de esta entrega. Un disco cuyo sonido prometen que forma parte de su esencia. Aseguran que «intentamos no apuntarnos a la moda, porque pasa rápido y caduca. Seguimos por el carril atemporal, a nuestro ritmo». Dos hermanos cuya música es reconocible, pero ambos no tanto. «A mí me puedes decir David que te voy a decir qué y viceversa. Es más, hasta mi hermano a veces me llama David» bromeaban.



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La naturalidad reinó durante toda la entrevista. Lo que parecía transcurrir sin guion, lo hacía, pero parecía una conversación entre amigos en un bar. De hecho, hacía tanto calor, que cerveza tras cerveza «evitaban deshidratarse» bromeaban irónicos. Hubo tiempo para todo y es que hasta mencionaron la famosa rasta de Jose que luce desde hace 30 años: «se corta las puntas. Es mayor que Anakin, de ‘La guerra de las galaxias'». Ya es un amuleto.

 

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La entrevista no dejó a un lado el tono que a los cuatro les caracteriza. Bromas y anécdotas se intercalaron sin parar. No había reparo en sus historias. José y David confesaron experiencias de todo tipo.«Una vez, con 18 años y las hormonas a flor de piel se quedó corto de maleta, se compró unos calcetines en el aeropuerto y les quisieron echar del avión por el olor que había dejado en el baño con el cambio de calcetines» bromeó David sobre su hermano.

Una entrevista que parecía un sinsentido, acabó con una larga sobremesa en la que no faltó la guitarra y la cerveza. Lo que podría ser cualquier bar de Madrid.

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