La Navidad es una época que simboliza la unión. Durante estas fechas es común reunirse con nuestros seres queridos para celebrar el amor. Sin embargo, no todo es perfecto y hay familias que deben sobrellevar esta etapa en soledad debido a una ruptura sentimental.
Una de las ausencias más notables durante las fiestas, cuando estás separado, es la de los hijos. Para el psicólogo Luis Miguel Real, «no es lo mismo constatar que es la primera Nochebuena sin tus hijos que pensar que es una catástrofe irreparable: una cosa es un hecho y otra, lo que te dices a ti mismo sobre ese hecho».
El experto asegura que suele aparecer un sentimiento contradictorio respecto a la sensación que se experimentaba cuando todo parecía ir «bien»: «Lo que antes era agotador (el ruido, las carreras por la casa, las discusiones sobre qué ver en la televisión) ahora se echa de menos«.
Además, advierte de que el sufrimiento puede aumentar cuando idealizamos estas fechas de forma desmesurada: «Si aprendimos a interpretar la separación como un fracaso, la Navidad sin hijos se vive como una prueba de ese fracaso. Pero esas ideas no son verdades universales; son narrativas aprendidas. Y pueden cambiarse«.
Por ello, el psicólogo confía en la importancia de replantear la forma en la que afrontamos este nuevo estilo de vida. No se trata tanto de preguntarse «¿cómo evitar que duela?», sino «¿cómo puedo vivir esto de manera que les transmita a mis hijos seguridad, amor y la certeza de que seguimos siendo familia, incluso desde dos casas?».
En este contexto, te dejamos una serie de consejos que pueden servirte de gran ayuda:
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