Hay un periodo muy común en el desarrollo de los más pequeños, una época en la que incluyen en su vocabulario la palabra «no», lo que acaba convirtiéndose en una de sus primeras herramientas de comunicación.
A veces este nuevo aprendizaje puede resultar agotador y en muchas ocasiones no sabemos cómo enfrentarnos a ello. Por eso, una experta en educación nos da algunas claves para hacer frente a esta situación.
En un artículo para El País, la especialista en atención temprana y primera infancia Alejandra Melús ha explicado en qué consiste exactamente «la etapa del no»: «Es un fenómeno universal y fundamental en el desarrollo de los niños. Lejos de ser un capricho o una manifestación de rebeldía, esta fase, que suele emerger alrededor de los 15 meses y puede extenderse hasta los 3 años, representa un hito crucial en la formación de la identidad y la autonomía del pequeño».
Y aunque este periodo pueda atentar directamente contra la paciencia de los progenitores, asegura que «este proceso es vital para el desarrollo de un sentido de identidad sólido y para la construcción de un autoconcepto positivo».
Por ello, es importante tener en cuenta los siguientes consejos que nos deja la profesional:
Paciencia y comprensión: es crucial mantener la calma y no perder los papeles si tu hijo niega cualquier pregunta o se opone a la tarea que le has pedido realizar.
Anticiparse a las situaciones: prever que hay diversas cuestiones a las que tu hijo dirá «no», reformulando aquello de lo que queremos hablar y dándole a escoger entre opciones en vez de facilitar que responda con un monosílabo.
Poner límites claros: imponer normas que ayuden a que tu pequeño se sienta comprendido y reforzar el vínculo que os une con confianza, cariño y respeto.
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