No es raro pensar que el clima puede influir en las emociones; hay épocas del año en las que las temperaturas pueden afectar directamente nuestro estado de ánimo. En este contexto, se dice que el frío del invierno trae consigo una etapa muy concreta por la que pasan muchas personas: la cuffing season.
Según la BBC, la cuffing season es la tendencia de buscar a alguien con quien compartir los días cuando comienza el otoño y el invierno.
Por su parte, la psicóloga Lara Ferreiro ha querido detallar el asunto: «Es la temporada de apareamiento y, en Navidad, la gente se empapa de este espíritu. Es cuando hay más actividad sexual, aunque comúnmente se piense que ocurre en verano. De hecho, cuando más nacimientos se producen en España (según el Instituto Nacional de Estadística) es en septiembre. Si retrocedemos nueve meses, el mes de la concepción sería diciembre.»
Además, Ferreiro explica hasta cuándo es habitual vivir esta época, indicando que suele prolongarse hasta después de San Valentín, con el objetivo de pasar acompañados un día en el se celebra el amor.
Por otro lado, la experta señala algunos de los factores que hacen que esta temporada sea más frecuente: «Durante el invierno, los días son más cortos y hay menos luz, lo que afecta mucho al bienestar psicológico. Se alteran los ciclos de sueño, se producen cambios hormonales y aumentan los episodios de tristeza.»
Esto también podría generar ciertos riesgos a la hora de consolidar relaciones: «Es cierto que en invierno se siente más necesidad de compañía y afecto. Lo vemos incluso en películas. Sin embargo, también puede aparecer el trastorno afectivo estacional», asegura la profesional, señalando tres patrones que suelen aparecer en este tipo de situaciones:
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