Laura Pausini y su chico, Paolo Carta

Laura Pausini, una mirada enamorada que perdura tras 15 años

Noelia Bertol

Comenzó muy joven cantando canciones de desamor, y es que antes de conocer al hombre de su vida Laura Pausini también vivió algún que otro desencuentro amoroso. La soledad, Amores extraños o Se fue fueron algunas de las canciones que marcaron los inicios de la italiana, temas en los que las relaciones no triunfaban y los miembros de la pareja nunca llegaban a comer perdices, mucho menos ser felices juntos.

En el año 2005 su vida cambiaría al conocer al amor de su vida, Paolo Carta. Fue la música lo que les unió, con el escenario como testigo de una historia verdadera que comenzaba a germinar.

Paolo ya tenía una gran trayectoria musical a sus espaldas antes de convertirse en el segundo guitarrista de los conciertos de Laura Pausini, pero desde entonces empezaron a caminar juntos y ahora trabajan mano a mano en la nueva música de la italiana.


Este se ha convertido en una pieza fundamental en su vida tras 15 años, y ella sigue tan enamorada o más que el primer día. ¿Por qué lo sabemos? Bueno, es que las miradas hablan por sí solas.

«Después de 15 años seguimos estando enamorados y siendo cómplices«, expresaba la artista italiana en el pie de foto de una publicación en Instagram en la que aparece junto a su chico, regalándose miradas cómplices entre ellos con un maravilloso paisaje de fondo.

Para colmo, las instantáneas fueron tomadas por Paola, la hija de 7 años que ambos tienen en común.

El amor cambió a Laura Pausini también a nivel profesional. Sus canciones maduraron como lo hizo ella y las historias dejaban a un lado los lamentos para hablar de empoderamiento o despedidas que se sentían liberadoras. Con Paolo Carta pareció encontrar La solución (con perdón a Carlos Rivera).

La mayor expresión de su amor, su hija Paola

 

La pequeña Paola llegó al mundo en el año 2013, convirtiéndose en la niña de los ojos de Laura.

Aunque siempre ha tratado de protegerla de la exposición pública, este confinamiento ha debido ablandar más el corazón de la artista, que no se resiste a compartir preciosas estampas en familia. Esta, al fin y al cabo, es el principio y el fin de cada día.

Ojalá que tras 15 años más siga manteniendo esa mirada de enamorada, no solo de su chico y su hija, sino de la vida. Y que se siga reflejando en cada una de sus canciones.