YO CONFIESO | La mejor excusa de una atrevida para no ponerse el regalo de su novio

Rodrigo Díaz

Ya sabemos que los regalos se hacen con todo el cariño del mundo. Su buena intención no implica, en cambio, que tropiecen notablemente con tus gustos. ¡Aquí un caso!


 

 

 

En el caso de la segunda atrevida, le tocó lidiar durante años con unos pendientes espantosos que le regaló su pareja por aquel entonces. Él, preocupado porque nunca la veía con ellos puestos, siempre le preguntaba.

¡Y vaya manera de solventar la papeleta! Ella siempre decía que «no quería perderlos«, dándole una importancia que convenció a su pareja. Fíjate el cariño que le tenía, que a los meses de dejarlo con él, la atrevida ni siquiera los vendió; los tiró a la basura.

Otra oyente también escribió en el 628547133 para contarnos la guerra vivida entre sus dos compañeras de piso por culpa de la ropa sucia. Harta de que ella siempre gastara todas las lavadora, echó aceite en el hueco del detergente. «Desde entonces, la llamaban Rosita Virgen Extra…», hay que ser cruel…

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