Carlos Marín y el imperio empresarial que deja tras su fallecimiento

El artista desarrolló una exitosa carrera empresarial que compaginaba con la música.

Guss González

Carlos Marín, uno de los integrantes del grupo lírico Il Divo, fallecía este pasado fin de semana en un hospital de Reino Unido.

Hace unos días ya informábamos sobre su crítico estado de salud. Intubado y en coma inducido, luchaba contra una neumonía causada por el coronavirus que finalmente no ha podido superar. Una triste noticia que el grupo comunicó a través de sus redes sociales.

Marín era la voz española del grupo clásico desde hacía casi 20 años. Su andadura en Il Divo le llevó a interpretar en los principales escenarios de todo el mundo, triunfando más allá de nuestras fronteras con un éxito sin precedentes. El comunicado de su triste desenlace ha dejado huérfanos a los fans que seguían al artista y al grupo.


Durante estos años de éxitos, colaboró con múltiples artistas internacionales de primer nivel: Céline Dion, Barbara Streisand… También tuvo la oportunidad de actuar ante personalidades relevantes, como la reina Isabel II, Obama, los Bush y los Clinton.

El artista desarrolló todo su potencial gracias nombres tan relevantes de la industria como Alfredo Krauss o Montserrat Caballé. A sus espaldas quedan más de 30 millones de discos vendidos con los que desarrolló un legado empresarial de casi dos millones de euros.

 

Carlos Marín y sus múltiples empresas

 

Desde Vanitatis y en exclusiva, han tenido acceso a varios documentos del Registro Mercantil, en los que Carlos Marín consta como administrador y presidente de hasta tres empresas constituidas en España. Todas ellas desarrollan su actividad en torno a la representación de talentos.

Entre ellas destaca, StarCast (Espectáculos Tercer Milenio SL), creada a finales de 1999. Se trata de la empresa más longeva y rentable del cantante que, administrada inicialmente por su madre, llegó a disponer en 2020 de un activo de algo más de 1,9 millones de euros.

En el año 20o2, StarCast pasó a ser liderada por el propio artista como administrador único y presidente. Desde la agencia, Marín llegó a gestionar a más de una veintena de personalidades, actores y presentadores nacionales e internacionales.

Ya en 2007 constituyó Trapp Entertainment SL, dedicada a la misma actividad. Junto a su socio, Carlos Lozano Sandina, los registros muestran que la empresa no tuvo actividad y como capital social únicamente constan los 3.006 euros con los que fue fundada.

En octubre de 2019 crea la tercera y última de sus empresas: Opera Diamong S.L. Marín figura como administrador único, presidente y accionista mayoritario y centra sus actividades en las artes escénicas. Debido al estallido de la pandemia, la empresa no llegó nunca a presentar sus cuentas anuales.

Gracias a la información proporcionada por Vanitatis sabemos que además de un gran artista, Marín consiguió desarrollar una exitosa carrera como empresario dedicado a la cultura y las artes escénicas. Desde esta redacción enviamos un caluroso abrazo a toda su familia y sus fans.

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