El «hambre de piel» en nuestros hijos y cómo les afecta de forma negativa

Rodrigo Díaz

Rocío Ramos-Paul nos da una explicación detallada del «hambre de piel», una consecuencia clara de la pandemia y que está afectando a los más pequeños.


 

 

 

La falta de contacto y la ausencia de los abrazos nos está dejando secuelas a todos, aunque nuestra especialista se centra en los niños para trabajar su evidente «malestar psicológico».

La pandemia nos priva de ellos y, como consecuencia, nos sentimos abandonados y nos impide sentirnos bien. ¿Cómo lo arreglamos? Reforzando ese «placer» que antes sentíamos con alternativas como las que menciona Rocío.

Ratos de cosquillas, películas en familia donde aparezcan los abrazos, expresar en alto lo que nos hacían sentir y, lo más importante, «ponerlos en la lista de prioridades que harás cuando la pandemia termine». Solo de pensar en ese merecido y esperado abrazo a un abuelo, un tío, un profesor… Nos cambia el ánimo de forma inmediata.

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