La opinión ajena ni define ni cambia cómo eres, ni para bien ni para mal. Si tienes claro esto, no darás poder al otro para atribuirte sus palabras. Vamos a hablar de la importancia del movimiento Body-positive como filosofía de vida.
Según Aída Rubio, directora del Servicio de Psicología y Psicóloga Sanitaria en TherapyChat, plataforma líder en psicología online, “el Body-positive pretende la naturalización de los cuerpos y su desvinculación de los prejuicios sociales. Un cuerpo no es, ni mejor ni peor que otro, sino un bien propio que debemos amar y que podemos llegar a hacerlo plenamente si conseguimos, efectivamente, mantenerlo al margen del juicio valorativo, que al final procede de los “debería” y los estándares de perfección que establecen las épocas y las modas”
El Body-positive es un movimiento de aceptación total y plena del cuerpo. El cuerpo es cuerpo, y merece ser amado con todo lo que es.
Precisamente, India Martínez daba un paso adelante en sus redes sociales y defendía esta filosofía mostrando orgullosa el cambio físico que había experimentado su cuerpo tras el confinamiento: «Ea, ahora en vez de 3 son 6 kilos de más«, expresaba esta junto a varias imágenes en las que ensañaba cómo le queda un bikini. «La cosa es que me veo mejor que nunca, ¿o no?«, añadía.
¡Y tanto que sí!
No solo la vemos más bella que nunca sino que nos atrevemos a corregir esa expresión de «kilos de más«: lo que hay que cuidar siempre es la salud y así nos lo ha querido reivindicar India Martínez.
Llega el verano: es el momento de abrazar el Body-positive
A menos de un mes de inaugurar el verano, muchos son los que estos días se encuentran rindiendo culto al físico, emprendiendo una incansable maratón de entrenamiento, recetas saludables, y diciendo “no” a más de un helado que en esta época empieza a ser irresistible. Pero, ¿dónde está el límite entre una vida saludable, respetando nuestro cuerpo y queriéndonos tal y como somos, sin llegar a obsesionarnos o no sentirnos cómodos con lo que somos?
La respuesta a esta pregunta podemos encontrarla en el fenómeno “Body-positive”, un movimiento que nace con la intención de invitar a la total aceptación de los cuerpos, sean como sean. Se trata, en definitiva, de un movimiento que habla de salud emocional, de aceptación plena de una parte importante de la identidad de cada uno, de ganar seguridad, y de definirse a uno mismo por sus características internas y no por los prejuicios.
Para ponerlo en práctica tiene que darse una aceptación total y plena del cuerpo, siendo amado tal y como es.
En esta época del año, donde irremediablemente todos mostramos más nuestro cuerpo, TherapyChat anima a tomar conciencia del tema, reuniendo una serie de actitudes que debemos de tener en cuenta para abanderar este movimiento y querer a nuestro cuerpo, y otras que debemos de evitar:
Actitudes a tener en cuenta
1. Acéptate: Existen cosas que se pueden cambiar a lo largo de nuestra vida, y cosas que no. Intentar controlar lo que no está en nuestra mano es como chocarse contra un muro, uno que genera mucha frustración y nos impide avanzar. Si hablamos del cuerpo, también hay cosas que se pueden cambiar y modelar, pero otras que no. Vivir queriendo cambiarlas no te hará quererte más ni ser feliz, al contrario, te traerá sufrimiento. Pero si tomas lo que tienes y lo aceptas, podrás crecer en otros sentidos a nivel personal.
2. El atractivo es una actitud: a veces no hablamos de si las personas son guapas o feas, sino de su atractivo. En ocasiones, habrá personas que pueden parecernos muy guapas, pero que no nos resulten atractivas. El atractivo va más allá del físico y es una cuestión de actitud, de mirada, de posición corporal, de la seguridad con la que pisas en el mundo, de tus cualidades personales, tu sentido del humor o tu forma de hablar. No te reduzcas a contar estrías, kilos o tallas de sujetador. Haciendo esto solo conseguirás perder tu atractivo.
3. Piensa en las cualidades positivas de tu cuerpo: si durante mucho tiempo la mirada sobre tu cuerpo se ha dirigido a la negativo, seguramente habrás hecho un entrenamiento “fastuoso” para solo ver las cosas malas. Haz el ejercicio de identificar las cosas buenas que ves en él.
4. Tu cuerpo no es sólo estética: agradece a tu cuerpo lo que te ha permitido lograr en la vida y lo que te da en tu día a día. Tu cuerpo es una maquinaria muy compleja que te permite disfrutar del día a día y te aporta libertad, así que no lo conviertas en una cárcel.
Actitudes a evitar
1. Compararnos: la comparación es una tendencia muy arraigada en los humanos y, en ocasiones, difícil de evitar. Pero podemos mantenerla en límites sanos o bien dejar que nos gobierne. Una forma fácil de caer en esto es, desde luego, el consumo de redes sociales, ciertos programas de televisión y prensa escrita.
2. No hacer ejercicio: no hacer ejercicio nos lleva a una vida sedentaria en la que podemos llegar a notar que nuestro cuerpo no está ágil, y nos estamos perdiendo la oportunidad de segregar hormonas importantes para nuestro bienestar emocional. Hacer ejercicio, dentro de cotas saludables y sin obsesionarse, ayuda a tener una mejor visión de tu cuerpo, más allá de su estética, y a sentirte también mejor por dentro.
3. No cuidarse: esto implica no comer saludable, no dormir correctamente, o no darse tiempo para uno mismo, para recargar pilas y disfrutar de lo que más te gusta. Cuando uno no cuida los pilares básicos del descanso y la salud física, la salud emocional cae como un castillo de naipes (y viceversa). Piensa que tanto el cuerpo como la mente dependen de una maquinaria muy fina de sustancias que nuestro organismo genera, y para ello debe estar a punto y cuidado.
4. Rodearse de personas tóxicas: las personas tóxicas son aquellas que pueden dar mucha importancia al físico, al suyo propio y al de los demás; o pueden ser personas que simplemente se “alimentan” de dañar al prójimo.
En cuanto a las críticas, tan instauradas en la sociedad actual y en redes sociales, Aída Rubio apunta que “la belleza no es objetiva, sino subjetiva, solo tenemos que ver que una persona, juzgada en distintos momentos, por distintas personas, en distintos países o en distintas épocas, recibiría comentarios muy diferentes. Si te quedaras con las opiniones que se desprenden de todas estas posibles variables, y las hicieras tuyas, ten por seguro que tendrías un importante conflicto de identidad. Tú eres, existes, respiras y te mueves con independencia de lo que digan los demás. También tienes un aspecto determinado, con independencia de la visión de los demás. La opinión ajena ni define ni cambia cómo eres, ni para bien ni para mal. Si tienes claro esto, no darás poder al otro para atribuirte sus palabras”.
