Isidro Montalvo viene hoy con una broma de hospitales que nos va a sacar unas cuantas sonrisas. Para ponernos en situación, una madre ha operado a su hijo recientemente de fimosis. El padre nos llama para solicitar que le gastemos una broma a su mujer… ¡Escucha el lío que se monta!
Isidro iniciaba la conversación presentándose como el médico que está realizando el seguimiento al paciente. «¿Qué tal va la cosa?», preguntaba a la madre. «Pues el pito no me lo deja tocar», contestaba la mujer. «Es normal, sobre todo por la sensibilidad. Lo bueno es que el pellejito vaya para arriba y para abajo», confirmaba el falso doctor.
La madre comenta que el niño es tímido… a lo que el doctor Montalvo insiste: «¿Sale el fresoncillo?». La madre, que respeta la privacidad de su pequeño, contestaba: «yo quiero vérselo pero no me deja». Montalvo la tranquilizaba: «si sale el fresón es que está bien operado».
La conversación se vuelve amistosa y distendida, para preparar la segunda parte de la broma. Isidro, muy coloquial y próximo le comentaba: «… de pequeños es más manejable, pero cuando me vienen con 50 y 60 años y me dicen, «esto no me baja», y tengo que sacar el soldador…», decía muy divertido.
Isidro Montalvo y un pijama desaparecido
Pero ahora viene lo bueno… El doctor Montalvo se pone ser y confrontaba a la madre: «me han dicho las enfermeras que falta el pijama del niño». La mujer, disimulando, respondía: «pues no sé, no tengo ni idea».
Isidro, en esa postura de cercanía que ha venido trabajando durante la conversación, argumentaba: «conmigo puede usted hablar con transparencia… ¿No lo metió en alguna bolsa o lo que sea?», la mujer negaba tajante.
«Se lo digo porque tenemos cámaras en la habitación y se ve como se lo mete usted en una bolsa», sentenciaba Montalvo. La madre permanecía unos instantes callada ante semejante pillada para finalmente confesar: «… es que le gustaba mucho el pijama… ¡Pero os lo devuelvo!»
Para darle un giro, Isidro le tranquilizaba: «no se preocupe… Esto es como en los hoteles, nos lo tiene que pagar. Son 42,50 euros». La madre, asombrada por el precio, comentaba «… no entiendo nada».
El doctor Montalvo ofrecía un plan de pagos fraccionados: «… lo puede pagar al mes, con 5, 10 euros». La madre que está bastante sorprendida y algo indignada por el precio, proponía devolver el pijamita: «yo si quieres te llevo el pijama»
