Artículo
Una chica vuelve a incorporar su hábitos rutinarios.

Cómo volver a la rutina y tener hábitos saludables después del verano

Resetea tu mente y tu cuerpo con actividades que te hagan sentir bien

Teresa Moreno

¿Cuántas veces has pospuesto el retomar tu actividad rutinaria? Muchas, ¿verdad? ¿Cada vez te cuesta más empezar? Bien, si te cuesta retomar la rutina, volver a marcarte horarios y asumir responsabilidades, lo primero que tienes que hacer es relajarte y tomarte un proceso de adaptación para que tu cuerpo y tu mente, poco a poco, vayan entendiendo el nuevo escenario. 

También sería interesante que te parases a pensar en tus objetivos y prioridades, revisando aquello que quieres cambiar o dejar atrás. Una conclusión a la que has llegado después de haberte pasado el verano disfrutando, desconectando y pensando en tus metas.  

Puede que te cueste adaptarte a la rutina, pero volver a ellas después de un parón significa que tienes la energía renovada para volver a conectar contigo misma y ver las cosas desde otro punto de vista. Así que, si hay algo que te está oprimiendo o atando, ¡suéltalo! Empieza a revisar esos hábitos que tenías para saber si son saludables o no y después, introduce cambios que te hagan sentir bien.  


Una chica retoma su rutina facial antes de ir a la oficina.
Getty

Pero, ¿sabes cómo hacerlo? ¿Llevas tiempo pensando en hacer algo diferente y no te atreves? ¿Qué te gustaría conseguir? Todas estas preguntas podrían ayudarte a saber dónde quieres poner el foco. En Cadena Dial, queremos ayudarte y por eso, te ofrecemos algunos de los hábitos saludables que más funcionan o al menos, que mejor te pueden hacer sentir. 

Activa tu cuerpo 

No es necesario que te marques una maratón, pero si pequeños objetivos diarios que te ayuden a sentirte bien, ya sea porque te quieras ver mejor frente al espejo, porque te ayuda a desconectar y a liberarte o simplemente, porque te gusta. Aquí todo tiene que ver con el deporte escogiendo aquella disciplina que más te guste, ya sea baile, paracaidismo, senderismo, pilates… 

Aunque si eres de las que no le gusta mucho el bullicio y sociabilizar con gente desconocida, entonces puedes aprovechar para montar un plan el fin de semana y escaparte con tu familia o amigos a andar y conectar con la naturaleza.  

Rutina de comida sana y equilibrada 

Aunque resulte obvio la clave de nuestro bienestar físico y mental siempre se verá influenciado por nuestra alimentación. Lo que comes te define y es que, a veces, los excesos pueden jugarnos malas pasadas. Por lo que llevar una dieta sana y equilibrada te ayudará a sentirte menos cansada, perezosa, irascible… Es más, puedes aprovechar la vuelta a la rutina para introducir nuevos platos saludables a tu dieta o ingredientes que, hasta ahora, no te habías atrevido a comer. 

Hacer algo nuevo o diferente en tu rutina

Esta es una de las cosas que más temor produce al principio, pero mayor satisfacción brinda después. Al venir más frescos y con las pilas cargadas, nuestro cuerpo puede que nos pida hacer cosas diferentes o al menos, que no habíamos hecho hasta ahora.

Así que, ‘ahora’ siempre será el mejor momento para ponerte con tus clases de pintura, de inglés… O restaurar ese mueble que tanto te gusta, hacer cosas contigo misma… Absolutamente todo lo que te motive y te ilusione tiene cabida aquí.  

Introducir espacios en los que no hacer nada 

Esta es probablemente una de nuestras asignaturas pendientes, ya que a muchos nos cuesta introducir en nuestra rutina diaria o semanal algunos momentos en los que no hagamos absolutamente nada. ¡No! ¡Ni las tareas del hogar! ¡Nada! Estos momentos son necesarios, pero nuestra mente nos ataca diciéndonos que no estamos siendo productivos.  

Sin embargo, en ese momento lo que tu mente no está entendiendo es que para poder serlo necesitas desconectar, estar en paz y alcanzar los suficientes niveles de energía como para volver a ponerte en marcha con todas las responsabilidades y quehaceres. Así que, por favor, tómatelo con calma y escucha también a tu cuerpo cuando te pida descansar o estar tranquila.  

Elegir cosas que te gusten o entusiasmen 

Esta más bien tendrías que responderla tú misma. Si llevas tiempo queriendo hacer algo y no te has atrevido, si sabes que hay algo que te haría especial ilusión hacer, si quieres probar suerte con algo que se salga de lo normal… Anótalo en tu lista e introdúcelo en tu rutina poco a poco para que la sensación del cambio no te genere agobio.  

En este punto es importante no auto boicotearte y dejar la “autoexigencia” a un lado, ya que las cosas se consiguen poco a poco. Además, no tienes que olvidarte que el objetivo que persigues es disfrutar de lo que haces y no que se convierta en una obligación más. 

MÁS SOBRE: