El plátanoaporta unas 94 kcal por 100 gramos, aunque eso no es lo más importante, debemos fijarnos en que es una fruta especialmente saciante, rica en fibra (unos 3,4 gramos por 100 gramos) y que nos aportará minerales como el potasio (350 mg), el magnesio (38 mg) o el fósforo (28 mg).
Su uso en cosmética también está muy aconsejado, ya que está cargado de vitaminas que favorecen la elasticidad, hidratan, mejoran tono y textura y, proporcionan un brillo rejuvenecedor. Por eso su uso para piel y cabello está muy aconsejado. El plátano es el ingrediente de moda en las cremas anti edad.
Pero sus beneficios son muy diferentes según el punto de maduración en el que se encuentre el plátano, tal y cómo explica la nutricionista Ana Núñez:
«Cuando está verde tiene más almidón, por lo que su digestión es más lenta. En este momento es un interesante prebiótico porque tiene almidón resistente, así que será un estupendo alimento para tus bacterias intestinales y la ocasión ideal para consumirlo».
Si está amarillo es un alimento rico en fibra y sigue siendo bajo en azúcares. Es buen momento para tomarlo antes o después de entrenar porque nos aportará energía.
Cuanto más maduro esté más dulce será, tendrá una textura más tierna y un aroma y sabor más intenso, ya que concentra más azúcares naturales. Pero muchas veces nos apetece comernos un plátano maduro y los que tenemos en casa todavía están verdes. Te contamos cómo hacer que madure en poco tiempo.
Pautas a seguir para la maduración del plátano
Lo primero es no guardarlos en la nevera, en el frigorífico no madura bien, se queda negro por fuera y sin sabor. Sin embargo a una temperatura cálida el plátano madura en un día.
Una forma sencilla de acelerar la maduración de un plátano es envolverlo en papel de periódico o meterlo en una bolsa de papel, el propio etileno que desprende acelerará su maduración y además el papel al ser poroso dejará que pase cierta cantidad de aire sin ahogarlo.
Pero hay algunos trucos más cómo colocarlos junto a algunas manzanas y peras, mejor si ya están algo maduras, pues emitirán más etileno.
Si por el contrario quieres que se conserven bien y no maduren demasiado, mételos en la nevera o en la zona más fresca de la cocina y mejor en un lugar ventilado, con poca humedad y oscuro y sin amontonar.
