Si alguna vez tu hijo te ha pedido ayudarte en la cocina y le has dejado seguro que habéis tenido una experiencia maravillosa. En muchas ocasiones los padres sienten miedo de que los hijos merodeen por la cocina pero con supervisión es una actividad muy recomendable.
La pedagogía Montessori cuenta con la torre de aprendizaje que sirve, entre otras cosas, para que los niños tengan al alcance de su mano la encimera donde poder ayudar a sus padres cocinando. Con la emisión de programas de televisión como Masterchef Junior se ha podido ver que a los niños les apasiona la cocina. Qué mejor manera de pasar tiempo con ellos y hacer algo que les ayude.
Anímate a que tus hijos participen en las tareas de la casa ya verás cuanto pueden aprender sin esfuerzo.
Imaginación
Seguro que alguna vez te has fijado, en una salida al parque o al campo, que a los niños les encanta mezclar por ejemplo arena, con agua, con pétalos de flores y césped..Para ellos eso puede ser desde un conjuro mágico al estilo de Harry Potter hasta una deliciosa sopa. Los pequeños tienen mucha imaginación y en la cocina es necesaria para elaborar platos. Así que un modo de potenciar esa imaginación es ayudándote en la cocina. Pregúntales qué se les ocurriría hacer con determinados alimentos y te sorprenderás.
Paciencia
Elaborar recetas requiere paciencia. Hay que esperar por ejemplo, que la masa de la pizza repose o que un bizcocho suba y se dore en el horno. En las recetas no nos podemos saltar pasos ni quitar tiempo de cocinado. No queda otra que esperar pacientemente o estás perdido.
Orden
Para cocinar un plato hay que seguir el orden que indica la receta. Les podemos explicar a los niños antes de ponernos el mandil que la receta debe seguir unos pasos. Nos podrán ayudar a por ejemplo ir sacando los ingredientes de la nevera o de la despensa. Después habrá que incorporar los ingredientes ya cortados si es necesario o pelados a la receta.
Autonomía
Cuando permitimos que los pequeños entren en la cocina, manipulen alimentos y usen utensilios les estamos dando responsabilidad pero también les hacemos autónomos. Es conveniente además que tras cocinar colaboren en la limpieza de todo lo utilizado. Pueden limpiar la encimera o ir metiendo la vajilla en el lavaplatos.
Vocabulario en la cocina
En una conversación normal con los pequeños seguro que no utilizamos mandolina o baño María. En la cocina, cuando estamos con las manos en la masa, esos términos aparecerán en la conversación y de un modo natural los niños las aprenderán e integrarán en su vocabulario.
Alimentación
Aprenderán sobre los alimentos. Si hacemos una tarta de zanahoria les podemos ir contando que propiedades tiene ese ingrediente para la vista. Es labor de los padres sentar las bases de una alimentación sana. Les podemos indicar lo beneficioso de elaborar en casa la comida antes que comprar ultraprocesados en el supermercado.
Seguridad y autoestima
Cuando os sentéis a tomaros el guiso o las tortitas en las que habéis estado trabajando juntos, mira la cara de tu hijo y estará feliz. Se dará cuenta de todo lo que ha hecho ha servido para obtener un resultado espectacular. Esa sensanción le reforzará su autoestima.
Los niños aprenden jugando y qué mejor manera que cocinando juntos. Muchos psicólogos recomiendan esta actividad también para que los pequeños estrechen lazos con la familia.
