¿Conocías el poder antioxidante de tomar café con leche? ¿O te habías preguntado alguna vez cuáles son los usos de la crema Nivea de la lata azul? Son dos rutinas que forman parte de nuestra vida desde tiempos que ni recordamos y que simplemente hemos introducido en nuestra rutina de alimentación y belleza.
Otro de estos productos tradicionales que pasan de generación en generación son los polvos de talco. Sí, ese preparado que tienen nuestras abuelas y que muchos de nosotros también guardamos en alguno de los cajones del baño sin saber muy bien por qué.
Precisamente por eso, aquí, en Cadena Dial, te desvelamos cuáles son algunos de los usos más singulares y menos conocidos del talco que seguro no habías pensado nunca. Después de leer esto, empezarás a sacarlos de ese rincón olvidado.
Usos curiosos y desconocidos de los polvos de talco
Manchas de grasa: los polvos de talco son uno de los mejores remedios caseros para deshacerse de las manchas de grasa, especialmente las de aceite, y las de sangre de la ropa o las sábanas. Simplemente hay que aplicar unos polvos sobre la zona y, transcurrido un tiempo, retirarlo y lavar normalmente.
Pelo graso: si no tienes un champú en seco a mano, el talco es la mejor alternativa. Pero ¡cuidado! No hay que aplicarlo directamente en las raíces del cuero cabelludo, sino aplicar una pequeña cantidad en el cepillo del pelo. Dicen muchas lenguas que, además, puede servir para darle más volumen a tu melena.
Contra el sudor: el talco es uno de los ingredientes más útiles para combatir el sudor o la humedad. Si te has quedado sin desodorante, usa estos polvos. Ya sea en las axilas, el pecho o en los muslos, con echar una pequeña cantidad en estas zonas, te despedirás del sudor en los días más calurosos del verano.
Calmar picaduras de mosquito: ante esas picaduras tan molestas provocadas por algún insectos y, sobre todo, los mosquitos, basta con verter un poco de talco en la zona que nos provoca escozor o picor. ¡No te rasques!
Maquillaje: sí, los polvos de talco también sirven como parte de la rutina de maquillaje, concretamente, como base. Pero es solo si tienes una piel grasa o para deshacerte de los brillos. Eso sí, no es recomendable abusar de su uso porque parecerá que vas de Halloween.
