Dieta solar

¿Qué es la dieta solar? Con todos sus benéficos, cada vez gana más fieles

En ella son fundamentales las actividades al aire libre

Marcos Aceña

El mundo de las dietas es cada vez más amplio, y en él podemos encontrar desde las que prometen bajar de peso en un periodo de tiempo reducido hasta las que se hacen por prescripción médica, pero todo este conglomerado de consejos no siempre tiene que estar dedicado al mundo de la alimentación y sus efectos en la báscula, y es que hay otros tipos de dietas que son menos conocidas pero que cada vez acumulan más seguidores, como es el caso de la dieta solar.

Y es que el sol, la naturaleza y la ejecución de actividades al aire libre también son aspectos fundamentales para nuestra salud, aunque a priori no se les de el mismo peso, y es por ello que ahora que el tiempo acompaña queremos darte a conocer esta práctica que probablemente desconocías hasta hoy.

Dieta solar
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Los beneficios de la dieta solar

Su fundadora es María del Mar Molina, una dietista y nutricionista que ha querido definir esta práctica en ‘CuídatePlus’: «No es una dieta en el sentido tradicional, sino un estilo de vida, ya que se refiere a cómo comes y cómo vives. Las pautas en las que se basa incluyen: exponerse al sol cada mañana, respetar los ritmos naturales de luz y oscuridad; evitar la luz artificial por la noche; ayunar desde el atardecer y priorizar los alimentos que no necesiten etiqueta: carne, pescado, marisco, huevos, vísceras, caldo de huesos y frutas y vegetales estacionales y locales», afirma María del Mar.

Y es que también ha querido añadir que las rutinas que incluimos en nuestro día a día también nos afectan tanto física como mentalmente, por lo que es esencial exponernos a la luz del sol, siempre de manera controlada, para restaurarnos, tal y como admite Molina: «No se trata sólo de lo que comes, sino de cómo vives, de la exposición a la luz solar y a la oscuridad, que equilibra los ritmos circadianos y regula las hormonas y la energía, y de una alimentación basada en nutrientes ancestrales, que nos conectan con nuestra esencia. Son hábitos que respetan el diseño humano y trabajan juntos para restaurar la salud y mantenerla. El objetivo no es renunciar, sino reconectar, restaurarse».

¿Cómo debemos hacerlo?

Nuestra exposición ante el sol consigue que la sangre circule por nuestras venas de la mejor manera posible, ya que de este modo conseguimos regular la Vitamina D, pero no por ello debemos torrarnos bajo el sol. Para la experta «lo ideal es el movimiento bajo el sol», por ejemplo mientras estamos haciendo la digestión, algo que además regula el control glucémico. María del Mar ya ha publicado un libro llamado ‘Dieta solar’ en el que explica todo lo relacionado con esta práctica, que también puede favorecer a la pérdida de grasa para las personas que la practican o de la inflamación en pacientes de enfermedades crónicas.

En cuanto a las comidas, apuesta por lo que ella llama la «alimentación salvaje», conformada por carne, huevos, pescado y marisco, que en combinación con una buena práctica de la dieta solar puede ayudarnos a sacar a relucir nuestra mejor versión.

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