Un mecánico nos confiesa lo que vivió con una cliente y su vehículo automático. Le dejaron probarlo nada más salir del concesionario, y la falta de experiencia con el pedal del acelerador provocó que lo estampase contra el cristal del establecimiento.
Tampoco estuvo demasiado afortunado este hombre que hundió su coche nuevo en un río. Y tuvo suerte de que José Luis y el campamento estuvieran allí para ayudarles y socorrerles.
Finalmente, esta oyente esperó un poco más, exactamente 20 días. Después de empotrar su coche en la casa del vecino, aprendió una lección que jamás olvidará: siempre con el freno de mano puesto.
Si quieres escuchar más historias de nuestros atrevidos y atrevidas, quizá te interesen otras publicaciones de las que hemos hablado en www.cadenadial.com:
Diana nos regala un maravilloso momento musical cantando a Malú ¡Menuda voz!
Encuentra 500 dólares en una maleta que estaba a punto de regalar
Pasó de llamarse Ortensia a “Torpensia” por sus constantes tropiezos