Hace unas semanas, Alejandro Sanz sorprendía a fans y detractores con una declaración de amor en el Instagram de su pareja, la modelo cubana Rachel Valdés.
Ayer, una nueva era se abrió en su relación en un día en el que Madrid se vistió de gala para recibir a uno de sus ciudadanos más ilustres, tras el sorprendente concierto del madrileño en el puente de Moratalaz.
El intérprete llegó al acto acompañado de sus dos personas favoritas, Rachel y su hija Manuela, consumando así la primera aparición pública de la pareja tras casi un año de relación.
Sin duda un paso muy valiente que llega en el momento perfecto, con ambos artistas en estado de plenitud profesional y sentimental.
Además de Rachel, la presencia de Manuela también fue muy importante para Alejandro, a dos semanas de que la hija del cantante cumpla ya 19 años.
Pero lo que más sorprende de Manuela no es el parecido físico con su padre o la elegancia heredada de su madre, sino su tremenda madurez y saber estar.
A su corta edad, la joven vive con naturalidad las relaciones amorosas de sus padres biológicos, apoyándoles y teniendo un trato excelente con sus respectivas parejas, como pudimos apreciar ayer en el Palacio de Cibeles.
De hecho puede que cada vez veamos más muestras de cariño de parte de la hija de Sanz y Jaydy Michel, aunque en modo virtual.
Y es que Manuela se acaba de abrir una cuenta pública en Instagram con la que cada día se siente más cómoda, mostrándole al mundo su creatividad, vida personal y demás inquietudes.
Desde luego, ¡qué bien rodeado está nuestro querido Alejandro Sanz!
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