Hay ocasiones en las que pese a cumplir las restrictivas reglas de la dieta, vemos cómo los esfuerzos parecen no haber servido de nada y nos preguntamos por qué. Además de hacer ejercicio, dormir bien (pero de verdad) y evitar alimentos como los carbohidratos, los azúcares o las grasas saturadas, por decir algunos, hay otros hábitos que obstaculizan la carrera hacia los resultados que esperamos. Entre ellos se encuentran los productos de la glicación avanzada (AGEs por las siglas en inglés de Advanced Glycation End Products).
Si no has oído hablar nunca de ellos, no te sientas mal. Se trata de productos que son, en su mayoría, desconocidos para la población general. Pero sí es necesario conocerlos porque pueden conducir al origen de algunos de los impedimentos que impiden que se pierda peso o se adelgace.
Un estudio reciente publicado en Obesity Science & Practice ha concluido que los AGEs pueden influir en el peso corporal. No solo eso, según informan en la publicación científica, estos pueden «causar inflamación y estrés oxidativo, procesos que eventualmente conducen a enfermedades crónicas, particularmente diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares».
¿Qué son los alimentos AGEs?
En primer lugar, hay que saber identificar los AGEs para así poder evitarlos. Para ello, hay que destacar que estos productos no son alimentos en sí, sino una forma en la que los consumimos, ya que surgen como resultado del proceso de la glicación; o lo que es lo mismo, una reacción química que se produce cuando las proteínas y el azúcar se someten a temperaturas elevadas. Este proceso se puede dar tanto en alimentos como en la propia piel, lo que produce una desorganización dérmica, dañando así la capa de elastina y colágeno que es la que aporta el buen aspecto del rostro.
Esto significa que también puede ser el causante del envejecimiento de la piel, pero no solo afecta a la dermis. Los AGEs aparecen especialmente en alimentos procesados o aquellos que han sido cocinados como la carne roja que se elabora a a altas temperaturas, así como hacerla a la brasa, en el horno o la freidora. A su vez, los productos de la glicación avanzada pueden aparecer también en alimentos con un exceso de azúcar.
El proceso de glicación también recibe otro nombre quizá más conocido, la reacción de Maillard, que se produce cuando cocinamos cierto tipo de alimentos a la plancha o en la sartén y estos se tornan en un color más amarronado.
En sintonía con estos resultados, un nuevo informe de la Obesity Science & Practice, que ya ha sido avalado por otros expertos, ha determinado que, para evitar las enfermedades crónicas es seguir una dieta magra (muy baja en grasas) con mayor presencia de carne y leche frescas, así como una dieta que a base solo de plantas en la que los productos vegetales sean los protagonistas. Según el estudio, estos cambios en la dieta podrían reducir hasta un 15% y un 79% la presencia de AGEs, respectivamente.
