verano Una mujer no puede con el calor que hace en su casa y busca métodos para mantenerla fresquita.

Ante la ola de calor que se avecina, te contamos qué es el estrés térmico

Las altas temperaturas, junto con otros factores, pueden tener graves consecuencias para la salud

Noelia Bertol

A punto de cerrar el mes de abril los termómetros empiezan a recoger las temperaturas más altas de lo que va de año. En los próximos días algunos puntos de España registrarán picos de hasta 40º, unos datos de extremo calor que resultan alarmantes para mitad de primavera.

Además de lo que esto supone a nivel climático, las altas temperaturas vienen acompañadas de grandes alarmas para la ciudadanía, pues con ellas son habituales los golpes de calor, mareos, deshidratación y otros problemas de salud que ahora los expertos asocian al estrés térmico.

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Este término ha surgido recientemente, pero muchos son los que señalan la importancia de que las personas se familiaricen con él. El estrés térmico se refiere al comportamiento de nuestro cuerpo ante las condiciones meteorológicas, que no únicamente están relacionadas con la temperatura, sino también con otros factores como la humedad, el viento o la exposición al sol.


«35° con poca humedad puede suponer estar incómodo, pero esa misma temperatura con una humedad alta, como el 80%, se convierte en algo peligroso«, explica a El País Ivana Cvijanovic, autora del estudio Npj Climate and Atmospheric Science.

Es un hecho que en las últimas décadas hemos vivido un aumento progresivo de las temperaturas, teniendo por lo general veranos muy calurosos y unas estaciones de transición (primavera y otoño) cada vez más cortas.

El estrés térmico y la necesidad de educar a la población

Si nos centramos en la época de calor a la que nos toca enfrentarnos, los expertos señalan la importancia de hacer llegar a todo el mundo los peligros del calor con todos los parámetros, pues «si hay altas temperaturas y una humedad muy alta, hay más posibilidades de sufrir un golpe de calor«.

Es esencial que la población esté al tanto de ello, pues los investigadores aseguran que este tipo de situaciones de extremo calor serán cada vez más frecuentes, por lo que es conveniente saber a lo que nos podemos enfrentar para prevenir situaciones de peligro.

«Es importante aprender a vivir con las olas de calor, porque vamos a sufrir muchas, y tener en cuenta también el estrés térmico«, explica la experta, poniendo el foco en la necesidad de educar a la población en este terreno.

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