Estrés navidad

Llega la Navidad y aumenta el estrés ¿cuáles son las principales causas?

El problema radica en idealizar estas fechas

Andrea Romero

Aunque la llegada de la Navidad suponga la llegada también de una de las épocas más alegres del año por las continuas celebraciones junto a nuestros seres queridos, también supone un aumento significativo en los niveles de estrés entre la población en general.

Quizá año tras año hayas notado que en estas fechas te irritas con más facilidad, aunque a lo mejor no le has dado mucha importancia al asunto o no te habías parado a pensar por qué te sucede esto a ti y al resto del mundo. Y es que hay muchas causas que hacen que tus niveles de estrés aumenten estas semanas.

En primer lugar, la presión por encontrar los regalos perfectos, planificar cenas con mucha gente de distintos grupos o círculos y decorar tu casa son una carga considerable aunque le restes importancia. La expectativa de tus amigos o familiares de recibir un buen regalo o una celebración de lo más extravagante a menudo genera mucha ansiedad, y más ahora que los presupuestos son algo más ajustados.


La organización de los eventos familiares también es un desencadenante de estrés navideño. Coordinar horarios con tanta gente y, como decíamos, cumplir con expectativas genera mucha tensión. Y hablando de tensión, el miedo a que se abra el cajón de los rifirrafes familiares en una cena no es de agrado para nadie.

La temporada navideña también suele ir acompaña de un aumento de responsabilidades laborales y sociales, lo que puede generar una sensación abrumadora de falta de tiempo que te hace sentir que no llegas a nada aunque no tengas ni tiempo para ti mismo.

La clave para reducir el estrés y pasar una buena Navidad

Tener unas navidades de ensueño es algo que está demasiado idealizado. Las películas románticas y alegres típicas de la época, las redes sociales y el qué dirán es algo que nos ha hecho mucho daño y no nos deja ser realistas con nuestras posibilidades y sobre todo con nuestro bienestar.

La clave para disfrutar plenamente radica en reducir las expectativas, centrarse en lo que realmente le importa a cada uno, juntarse con las personas que verdaderamente son como familia para ti, aunque no sean de sangre y recordar que la Navidad no tiene que ser perfecta para ser significativa.

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