Pero, ¿y si alguien dijera que lo que comemos nos dice cómo somos? Es decir, que nuestra elección de alimentos nos revela ciertos rasgos de nuestra personalidad. No es un chiste, se trata del enfoque del último estudio de Charles Spence, director del Laboratorio de Investigación de Modalidad Cruzada (Cross-Modal) y catedrático de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford.
8 rasgos de tu personalidad según lo que comes
El investigador ha publicado un artículo titulado ¿Cuál es el vínculo entre la personalidad y la comida? que aporta datos interesantes sobre nuestras preferencias alimentarias, como el gusto por el picante, nuestro nivel de golosos o si somos más de salado.
A raíz de este inesperado estudio, la profesora de Psicología en la Universidad Estatal de California (Los Ángeles), Karen Wu, ha resaltado en Psychology Today 8 datos sobre nuestra personalidad que nos revelan nuestros gustos por la comida:
Si te gusta lo amargo: si eres de esas personas que adoran las comidas con un sabor más amargo (el café, el pomelo o el chocolate negro), entonces, según las conclusiones de Spence, podrías ser una persona amarga o, como lo define Wu, puedes tener algún rasgo antisocial o psicópata. «Esta preferencia va en contra de los instintos biológicos, ya que el amargor suele indicar toxicidad», apunta Wu. Es más, algunos estudios han relacionado la ingesta de alimentos amargos con la hostilidad.
Si te gusta lo dulce: los golosos también tienen lo suyo. Concretamente, según revelan los expertos, esto reflejaría que el gusto por lo dulce nace de individuos que son más sociables y, como se suele prejuzgar, se asocia a los más ‘dulzones’ con una personalidad más agradable.
Si te gusta lo saludable: a las personas más healthy se las suele relacionar con una personalidad más abierta y extrovertida. Un estudio entre más de 1.000 adultos jóvenes (2017) demostró que quienes siguen una alimentación más saludable suelen ser más curiosos, inteligentes y sociables.
Si te gusta lo picante: no es solo que tu cuerpo y garganta tengan un mayor aguante. Según la investigación de Spence, esto es síntoma de personas que se encuentran en una búsqueda constante de sensaciones y «testosterona salival», agrega Wu. En sus propias palabras: «Hay algo emocionante en llegar al límite».
Si te gusta lo fuerte: con esto nos referimos al alcohol, el marisco…es decir, sabores potentes y, depende de para quién, incluso un poco perjudiciales o calificados como «potencialmente peligrosos». En este caso, estaríamos ante personas que sienten afán por buscar nuevas sensaciones.
Si te gusta lo suave: es decir, lo contrario a lo anterior. Desde pan, hasta maíz o cualquier tipo de cereales…corresponde a personas que optan por alimentos más «seguros» y, por lo que se desprende del mismo estudio, se trataría de individuos que no se centran en esa búsqueda de sensaciones nuevas.
Si te gusta la cafeína: es otra de las preferencias para las personas inquietas, que buscan aventuras. Hay expertos que achacan este afán a los efectos estimulantes de la cafeína.
Si te gusta comer menos: aunque parezca contradictorio, un estudio demostró que las personas más ansiosas son precisamente las que menos alimentos ingieren porque, dicen, tienen más aversión a la comida. En la opinión de los investigadores, esto se debe a que hay una «falta de control emocional».
