Yogur

Come un yogur cada día y empezarás a notar estos cambios en tu cuerpo

Esta práctica popular entre las mujeres francesas te ayudará a controlar la sensación de hambre

Andrea Romero

En la década de los años 70, la nutricionista y dietista Ana Luque recomendó una de las dietas que se siguen manteniendo a día de hoy como las más adoptadas por las personas que queiren perder peso. Se trata de la dieta del yogur, ya que este alimento ayuda a adelgazar gracias a sus nutrientes y probióticos, que favorecen la digestión.

Aunque no sea la más popular, continua como referente en las búsquedas de rutinas alimenticias, pero no es de la que hablaremos hoy. Mireille Guiliano ha escrito un libro titulado ‘Las francesas no engordan’ y se ha convertido en todo un fenómeno entre las mujeres en Francia. En este, la autora habla de las prácicas alimentarias que adoptan ellas, entre las que se encuentra la de comer, al menos, un yogur cada día.

Aunque se asemeje a la famosa dieta del yogur, no es del todo igual. Esta práctica se ha convertido en un mandamiento entre la socidad femenina francesa, ya que supone una fuente de calcio y probióticos si se toma en el estado más natural posible, ya que cuenta con las materias primas de calidad y sin aditivos.


El yogur natural: un regulador de la sensación de hambre

El yogur natural posee gran cantidad de proteínas que ayudan a saciar el apetito, controlando así el hambre gracias a los cuatro gramos de proteína que posee, que supone el doble que la cantidad de un yogur griego. Además, te interesará saber que su propiedad de ayudarte a perder peso no es en músculo, sino que, de hecho, lo alimenta.

Asimismo, el yogur ayuda a equilibrar las hormonas que se encargan de regular el apetito, puesto que al ingerirlo se activa la leptina, hormona que mantiene los niveles de grelina, que a su vez se encarfa de transmitir al cerebro la sensación de hambre de la que hablamos.

Estos edfectos beneficiosos se potencian si toamos el yogur en momentos específicos, más concretamente en el desayuno o la merieda, ya que equilibra el hambre desde primera hora de la mañana o de cara a las últimas horas del día, haciendo que no quieras cenar cantidades tan grandes. Además, este es un producto bajo en calorías: de media, un yogur natural contiene unas 80 calorías, cantidad que se puede reducir a la mitad si escoges uno 0% desnatado.