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¿Eres hipocondríaco? Los consejos que debes seguir, según los expertos

Un psicólogo nos da las pautas para sobrellevar esta enfermedad

Adriana Diez

Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, la principal característica del hipocondríaco es la constante preocupación y el miedo a padecer una enfermedad grave, que en muchas de las ocasiones se convierte a la convicción real del paciente, que asegura estar enfermo a partir de sensaciones o signos que pueden aparecer en su cuerpo.

Este trastorno nace de síntomas como toses, heridas, lunares o los propios latidos del corazón. Convivir con ello se convierte en un infierno cuando influye en tu día a día, o incluso en tus relaciones personales.

Consejos que debes seguir si eres hipocondríaco

El psicólogo Manuel Oliva ha dado las claves para afrontar este trastorno en el programa Me pasa una cosa, de la SER.

Para Oliva, es fundamental que no consultemos Internet: «Consultar Google o ChatGPT no ayuda. De hecho, puede empeorar la ansiedad, no hay que fiarse de estas herramientas para diagnosticar. Lo que hacen es alimentar la preocupación porque siempre hay una posibilidad remota que te hace pensar en lo peor».

También destacó que los síntomas que experimentan estas personas, en la mayoría de los casos son reales y, por ello, hay que acompañar al enfermo en el proceso, no pensar que se lo está inventando: «Por eso, cuando el entorno responde con un ‘no pasa nada’ o ‘te lo estás imaginando’, la persona sufre aún más».

El profesional hizo hincapié en que este acompañamiento debe ser empático, sin presiones ni pérdidas de paciencia: «Hay que escuchar, validar el malestar, pero sin alimentar la ansiedad. No se trata de decirle que tiene razón en su miedo, sino de acompañarle a gestionarlo».

Para concluir con sus consejos, Oliva expuso que la hipocondría no se cura por arte de magia con una sola visita al médico o una prueba diagnóstico. Por eso, es muy importante aprender a vivir con ello: «Es un trastorno que tiene que ver con la intolerancia a la incertidumbre. Por eso, el tratamiento pasa por aprender a convivir con ella, a no necesitar una respuesta inmediata para cada sensación corporal».

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