Elena y Alberto protagonizan el primer edredoning.

Primer «edredoning» en «Secret Story»: Elena y Alberto desatan la pasión

Los concursantes ya había mostrado algún acercamiento con caricias y confidencias al oido.

Guss González

Elena y Alberto han protagonizado la primera noche de «edredoning» de la recién estrenada edición de anónimos de «Secret Story».

El concurso avanza en sus tramas… Los participantes van tomando posiciones en sus estrategias y surgen nuevos acercamientos mientras se forman las primeras parejas.

Nadie puede poner en duda que desde prácticamente el primer momento, Elena y Alberto han estado muy próximos. La familiaridad con la que se han ido tratando durante las primeras jornadas del concurso ha ido evolucionando hacia un acercamiento mucho más físico, que finalmente ha tenido su encuentro entre las sábanas.


Ambos ya había compartido algún que otro momento íntimo con caricias y secretos al oído. «Es aquí la hora sin cámaras», preguntaba Alberto entre bromas. «No. En una habitación aparte, pero una hora no da para mucho. Encima con los micrófonos puestos», respondía Elena como tonteando.

«¿Tú eres muy escandalosa?», preguntaba él de nuevo. «Sí, mucho. Me estará oyendo mi madre, vamos a hablar de otra cosa», respondía ella divertida.

 

El primer «edredoning» no se ha hecho esperar

 

Es ya todo un clásico en los realities de convivencia 24/7. Entre dos de los participantes (o más) surge la química y una cosa lleva a la otra, hasta acabar con caricias y todo tipo de afectos bajo el edredón de la cama.

Tras un primer beso, la pareja pasaba a mayores y se metían juntos en la cama. «Yo me voy a dejar llevar», explicaba Elena a su compañeras, mientras Alberto confesaba en el cubo su interés por la joven.

Surge la química entre Elena y Alberto.
Imágenes de Mediaset.

Sin embargo, Carmen tiene una opinión muy diferente sobre la relación de ambos. «Son dos personas que no han encontrado su lugar en la casa. Se han unido entre ellos y han dicho pues vamos a liarnos. Ni atracción, ni nada… No tendrán mucho tema de conversación y dirán, pues vamos a fo**ar», aseguraba.

Solo el tiempo y la convivencia nos dirá si este primer «edredoning» ha sido real o una estrategia para ganar minutos de atención. «No la han manchado, no huele a sexo, huele a carpetazo», sentenciaba Nissy tras el encuentro.

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