Jordi Cruz y Pepe Rodríguez en Roast Battle

Jordi Cruz y Pepe Rodríguez protagonizan un intenso cara a cara: «Que me llame fascista lo entiendo porque lo soy»

Los chefs han cambiado el plató de MasterChef por el de Roast Battle

Noelia Bertol

Son amigos y compañeros desde hace más de 11 años, lo que ha hecho que entre ellos se haya establecido una confianza que les da pie a todo. También a decirse las verdades a la cara o a ironizar con los puntos débiles del otro en un plató de televisión. Jordi Cruz y Pepe Rodríguez cambiaban recientemente el plató de MasterChef por el de Roast Battle en Comedy Central, donde han protagonizado un intenso cara a cara con una auténtica lluvia de zascas de la que ninguno ha salido ileso.

El programa consiste precisamente en eso, enfrentar a dos rostros conocidos en una batalla dialéctica con el humor por bandera y con un jurado presente formado por los cómicos Dani Mateo, Eva Soriano y JJ Vaquero.  En esta ocasión han sido los chefs los que se han visto las caras y tras más de una década trabajando juntos son muchos los trapos sucios que conocen el uno del otro y que no han dudado en utilizar a su favor.

Así, Jordi Cruz le daba en uno de los puntos que más podía doler a su compañero, su restaurante en Illescas. «En el camino de Madrid a Toledo, veréis tres puticlubs, una hamburguesería, y al lado el restaurante de Pepe. Allí se pondrán las botas, pero no será de comer… y no será en tu restaurante», atacaba el catalán. «Pediría un respeto a los puticlubs, porque es un sitio en el que se hacen tan buenas comidas como en mi restaurante«, reaccionaba Pepe.


El de El Bohío también aprovechó para criticar el negocio de Jordi Cruz, asegurando que tiene unos precios justos… «justo el precio que se podría pagar por un piso en el centro de Madrid«. También le atacaba diciendo que había salido con hambre de su restaurante. «Es el único restaurante en el que al acabar de cenar pesaba 2 kilos menos«, expresaba con sorna.

Jordi Cruz recuerda a Pepe lo que le dijo Pablo Iglesias

El catalán tampoco olvidó mencionar a su compañero que Pablo Iglesias le llamó «cuñado fascista». «No se lo perdono a ese cabrito. A mí me pueden llamar lo que quieran. Que me llame fascista lo entiendo porque lo soy, ¿pero que me llame cuñado? ¿Cuñado a mí?«, decía con humor.