El agua ya no es suficiente: frutas y verduras llegan cargados de pesticidas que te contamos cómo eliminar

No todos llegan al mercado con el mismo nivel de contaminación

Ana Más

Hace apenas dos semanas la Unión Europea advertía de la presencia del virus de la hepatitis A en una partida de fresas procedentes de Marruecos y comercializadas en España. Y es que además de poder verse afectadas por virus de este tipo, las fresas y otras frutas y verduras pueden verse muy afectadas por el uso de pesticidas, que suponen un importante riesgo para nuestra salud.

Esta semana el calabacín ha sido noticia también por algo similar, el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff) ha notificado «que se han detectado niveles de pesticidas elevados por encima de lo legal en esta verdura», calificándolo incluso de riesgo serio, explican desde 20 Minutos.

La exposición excesiva o indebida a los pesticidas, conlleva riesgos potenciales para la salud, entre los que están irritación de la piel, los ojos o las vías respiratorias, «así como posibles efectos sistémicos si se ingiere o inhala en grandes cantidades», explican desde el mismo medio. De ahí la importancia de lavarlos a conciencia.


Cómo eliminar los pesticidas de forma segura

Aunque la mejor opción en este sentido es consumir productos orgánicos, que «aunque no están libres al cien por cien de la contaminación por residuos químicos, sí tiene muchos menos y no tan dañinos como los convencionales», explican desde La Vanguardia, no todo el mundo puede permitírselo.

Los expertos dicen que lavar frutas y verduras debajo del agua es mejor opción que utilizar productos que se venden ‘ex profeso’ para ello, « tiene el inconveniente de que muchos de los preparados químicos se han diseñado para no disolverse fácilmente en agua, porque el propio riego o las lluvias les restarían eficacia», explican desde el mismo medio.

Pero hay algunas otras formas de acabar con los pesticidas, una de las más eficaces según algunos estudios es mantener frutas y verduras sumergidas unos quince minutos en una solución de agua con bicarbonato (una cucharada por dos tazas de agua). El vinagre es otra muy buena alternativa, aunque con algún inconveniente, como que resulta más caro a la larga y deja un penetrante sabor en la comida.

Desde el Centro Nacional de Información sobre Pesticidas (NPIC), proponen algunas otras formas de desinfectar frutas y verduras, como exprimir el zumo de un limón en un recipiente con agua y sumergirlas durante unos 15 minutos. Y un método tan sencillo y seguro como pelarlas, quitarles la piel o quitar las hojas externas en el caso de los vegetales de hoja verde como la lechuga.

Y algo más a tener en cuenta: no todos los frutos y vegetales llegan al mercado con el mismo nivel de contaminación, hay una lista conocida como «los doce sucios», que incluye aquellos productos que son más susceptibles de contener restos de pesticidas, que son por este orden: fresones, espinacas, nectarinas, manzanas, uvas, melocotones, cerezas, peras, tomates, apio, pimientos dulces y pimientos picantes. En el lado opuesto, en el de los que menos riesgos entrañan en este sentido, están los aguacates, el maíz dulce, la piña, la col, las cebollas, los guisantes congelados, las papayas, los espárragos, los mangos, la berenjena, el melón y el kiwi.

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