Turofilia

Turofilia: La ‘adicción’ a este alimento tiene muchos beneficios

La necesidad imperiosa de añadir este producto a todas las comidas es más común de lo que crees

Andrea Romero

Es cierto que todo en exceso no es bueno. Pero en este caso debemos decirte que la adicción a la que se refiere la turofilia tiene muchos beneficios que seguramente te sorprenderán. Probablemente seas tú quien encaje en las descripción de las personas que son adictas a ingerir este alimento, y si no eres tú, tendrás algún amigo cercano que padezca esta necesidad imperiosa de añadir este producto a todas sus comidas diarias.

La palabra es rara, lo sabemos, además no está ni en el diccionario de la Real Academia Española, pero existe y hace referencia a todos los que sienten una gran pasión, con mayúsculas, por el queso. La turofilia se refiere a la dependencia del queso, un alimento que es muy fácil de combinar con miles de productos y platos cada día, o sea que es una adicción difícil de superar.

Lo bueno de tener este alimento entre tus favoritos es que, a pesar de tener efectos negativos en el colesterol, la sensación de hinchazón, las colorías y la sal elevadas, también tiene una larga lista de beneficios que aporta a tu cuerpo cada vez que lo ingieres. De hecho, la revista Vanitatis, citando una publicación de la nutricionista María José Juárez Pinzón ha destacado que «contiene un tipo de proteína de alto valor biológico que ayudan a formar, reparar y mantener los tejidos del cuerpo».


Ante la turofilia es importante diferenciar los ‘quesos de verdad’ de los ‘quesos de mentira’

Por su parte, el diario El HuffPost en su charla con la nutricionista Ana Luzón, habló de cuáles eran las mejores opciones entre la gran variedad de quesos que hay en el supermercado. De este modo aclararon que se trata de el queso cottage, el queso fresco batido y el parmesano. Asimismo, también destacaron la importancia de leer la lista de ingredientes de estos productos para poder reconocer cuáles son los quesos de mayor calidad, por lo que, en las etiquetas debemos leer «Leche cruda o pasteurizada de oveja, vaca, cabra, búfala… o una mezcla de ellas, fermentos lácticos, sal y cuajo animal».

Es muy importante esta última recomendación, ya que en muchas ocasiones nos lanzamos a las ofertas y no estamos comprando queso de verdad, sino preparados o amasados que tienen aspecto similar al queso, pero que solamente se parecen en eso, ya que sus ingredientes y propiedades distan bastante.

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