Hacienda regala dinero por convivir con personas mayores

Síndrome del cuidador quemado: Cómo saber si lo padeces

Una serie de síntomas físicos y psicológicos indican que la persona ha llegado a su límite

Lucía Villalba

La esperanza de vida ha ascendido a los 83,2 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Estos datos tienen multitud de implicaciones de todo tipo y están sujetos a decenas de variables que aún son impredecibles. No obstante, es de prever que cada vez sea más necesario un tipo de trabajo, remunerado o no, que ya está en pleno auge: el cuidador de personas mayores.

Esta situación dispara el número de casos del síndrome del cuidador quemado o ‘burnout’. Una dolencia que, para empeorar la situación todavía más, suele pasar desapercibida o ser obviada por quienes la sufren y sus familiares.

Los síntomas del cuidador quemado

«El síndrome del cuidador quemado o ‘burnout’ del cuidador consiste en una serie de síntomas físicos y psicológicos que indican que la persona ha llegado a su límite como cuidador o cuidadora«, explica Marta Canino, doctora especializada en la atención a personas mayores y en el acompañamiento de sus familias.

«Aunque existen infinitas casuísticas, casi todas responden a un esquema común: una mujer que se vuelca en el cuidado de una persona cercana, su hijo, su marido o su padre. Poco a poco las fuerzas comienzan a agotarse, el cuidado de la otra persona opera en detrimento del cuidado propio. Pronto baja de peso, tiene síntomas depresivos, siente ira, resentimiento, ansiedad…«, detalló la doctora. Los síntomas, explica la experta, pueden ser muy variados: cefalea, problemas digestivos, abuso de sustancias, insomnio, irritabilidad…

Al inicio de un diagnóstico de dependencia, y si queremos evitar lo máximo posible el ‘burnout’, la doctora Canino aconseja informarse a través del médico cabecera o de trabajadores sociales de los recursos existentes en nuestra zona y poner en marcha mecanismos para el futuro.

«Es fácil tener energía al principio y creer que se puede con todo, pero la situación suele agravarse con el tiempo. Es importante no creerse imbatible ante la situación, sino realista, e intentar trazar un plan para que varias personas colaboren en el cuidado por turnos, ya que es insostenible para uno solo«, explicó.

Sobre todo, es fundamental que el sistema sanitario y los servicios sociales trabajen de manera coordinada para ofrecer un apoyo integral a los cuidadores, reconociendo su labor y proporcionándoles los recursos necesarios para desempeñar su función sin comprometer su propia salud y bienestar.

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