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El reto de cada verano: cómo conseguir que tus hijos coman sano en vacaciones

En esta época del año las rutinas suelen brillar por su ausencia

Ana Más

Con la llegada del verano y las vacaciones las comidas en los niños suelen desbaratarse un poco. Comienza el desfile de chuches y helados, las comidas a deshoras y caprichos que hacen que los padres y madres que quieren que sus hijos coman sano se desesperen un poco.

Las rutinas y los horarios suelen ser un buen aliado para comer bien y, en verano, las rutinas suelen brillar por su ausencia. Las comidas fuera de casa son más frecuentes, los pequeños pasan días con los abuelos y es fácil que el orden de comidas se desajuste bastante.

Te damos algunos consejos para que la comida de tus hijos en verano no sea un festival de hidratos y para que sigan comiendo de manera sana y equilibrada.


Niños para todo menos para los menús infantiles

Los menús infantiles aparentemente son económicos y sencillos y evitan a los padres tener que buscar en la carta algo que puedan comer los niños, suelen llevar mucho tomate, pasta, fritos y rebozados y de postre por supuesto un helado, por lo tanto mucho mejor no pedirlos ya que se trata de una opción nada sana para ellos.

Si comes fuera intenta buscar una opción que le guste en la carta y que sea más saludable que unas tiras de pollo empapadas en aceite.

Helados, claro que sí, pero no cualquiera

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Aunque intentemos comer sano también en verano y les demos a nuestros niños ensaladas, gazpachos y mucha fruta, no tenemos por qué dejarles sin tomar los ansiados helados.

Un helado puede ser un postre estupendo o incluso un tentempié a media mañana o media tarde, la cuestión es elegirlo bien, no uno industrial repleto de chicle y galleta, es mucho mejor uno artesanal o natural.

La mejor alternativa es hacer en casa polos o helados de frutas. incluso un trozo de fruta en el congelador (sandía, melón o piña) puede ser un buen helado.

Nunca le niegues fruta a tus hijos

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Que coman fruta cuando quieran y toda la que quieran, incluso entre horas para evitar picar algo mucho menos saludable.

Lo bueno del verano jugamos es que con tanta variedad de frutas coloridas y atractivas (sandía, melón, melocotones…) te resultará  fácil dar con alguna que les guste.

En casa, tenla  siempre a mano y a la vista para que, si les apetece comer algo, que sea fruta y si salís de paseo pon en la mochila algo de fruta.

Ah y un zumo, aunque sea natural, no equivale a una fruta, ya que no contienen lo mejor de la fruta que es la fibra, así que mucho mejor una fruta a mordiscos.

Móviles fuera mientras los hijos comen

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Incluso los adultos muchas veces comemos mirando el móvil con la mirada perdida en la pantalla, pero utilizar el sistema de entretener a los hijos con el móvil para que coman es muy mala idea. Como mucho cuando ellos ya hayan comido intenta que se entretengan pintando o con un juego de mesa mientras comen los adultos.

Un buen objetivo para el verano puede ser desterrar los móviles de las comidas.

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