«Cuando uno hace excepciones es cuando le da valor a la norma«, así de contundente explica Rocío Ramos-Paul este asunto. De hecho, es muy probable que vivamos la situación inversa con el paso de los días. Niños pidiendo a gritos acostarse pronto o «comer bien«.
Eso sí, habrá que tener en cuenta dos aspectos. El primero de ellos, cuando los más pequeños se vuelvan irascibles en reuniones familiares o cenas. Llévate siempre el pijama y pónselo cuando notes que ese momento llega.
Además, no nos olvidemos de recuperar la rutina de manera progresiva, introduciendo nuevamente las normas días antes de regresar al colegio. «Recordemos que los hábitos van a dar seguridad«, concluye.
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