Obligada a parar durante todo este tiempo por verse afectada los bronquios, la soprano afronta ahora una nueva secuela del coronavirus. Se trata de una inflamación de las venas dentro de las rótulas de los huesos, tal y como explicaba en sus redes.
Niega que sea «grave» aunque por precaución se encuentra el mayor tiempo posible en muletas e incluso en silla de ruedas: «Salgo a cantar tiesa para evitar todos esos paseos infinitos», expresaba en un comunicado que tranquilizaba a sus seguidores.
«Que no cunda el pánico, estoy bien», añadía una Ainhoa que ahora reza para que sea una secuela pasajera y pueda despedirse de la silla dentro de un tiempo.
Tan tranquilizador es su mensaje como la decisión de no posponer ninguna de sus actuaciones musicales. Los servicios médicos piden ese reposo a Ainhoa Arteta, no exento eso sí de mantener su vida normal y, para gusto de sus fans, sus actuaciones previstas.
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