Claves de actuación si tus hijos te piden tener un perro, por Rocío Ramos-Paul

Rodrigo Díaz

Tal y como nos detalla Rocío Ramos-Paul, todo padre y toda madre se ha debido enfrentar a la enorme insistencia de su peque, sobre todo entre los 6 y los 11 años, a la hora de incorporar un miembro más a la familia.


Puede ser considerado un capricho infantil o el deseo sincero de ese niño que quiere tener un perro; sin embargo, y esto ni siquiera los adultos suelen ser conscientes, requiere de numerosos esfuerzos y un añadido de responsabilidades.

Por esa razón, nuestra especialista va a contarnos qué ventajas tiene aceptar las peticiones de tu hijo… Y algún que otro inconveniente que puede frenar la emoción del niño o la aceptación del adulto.

 

Pros y contras de adoptar un perro

 

Empezando por lo malo, Rocío destaca que tener una mascota es «económicamente muy caro» y provoca grandes limitaciones en el tiempo de las familias. Cada uno necesita sus cuidados, por lo cada miembro deberá responsabilizarse plenamente y renunciar así a otros planes o a tanto tiempo libre.

perro

«Hazle saber que tendrás menos tiempo para pasarlo con él», se refiere nuestra compañera al mensaje que también deberá transmitir ese padre o esa madre a su hijo.

Pero no todo son inconvenientes. El cariño, el amor y la fidelidad que te transmiten es único e inigualable. Además, conseguirás que el pequeño se vuelva más responsable al hacerse cargo de un ser vivo, así como aumentará su tiempo de ejercicio diario.

 

Una prueba antes de tomar una decisión definitiva

 

Habiendo valorado las ventajas y las desventajas, Rocío Ramos-Paul concluye con un ejercicio muy recomendable antes de aceptar o no la propuesta: Fingir que tienes esa mascota haciendo sus correspondientes tareas.

Respeta la cantidad y tiempos de paseo, yéndote con el niño antes de ir al colegio, después y antes de irse a la cama; compra un bol y pídele que se organice las comidas como si ya conviviera el perro con ellos; poneos alarmas para controlar todo tipo de cuidados y limpiezas que requiere el animal.

Si después de unas semanas la «emoción» de tu hijo se mantiene, ya tienes la prueba necesaria para saber que es buena idea adoptarlo. En caso contrario, quizá tengáis que replantearos incorporarlo.

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